Contaminación atmosférica en San Juan Río: indolencia institucional

e-Cosmovisión

Texto: Joaquín Antonio Quiroz Carranza

Fotografías: Luis Andrés Quiroz Cantú

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SAN JUAN DEL RÍO, QRO., 20 de febrero de 2018.- Recorrer de mañana la avenida central de San Juan del Río, desde el punto de inserción con la autopista hasta San Pedro Ahuacatlán y Visthá, y observar los niveles de transparencia del aire, es evidenciar los altos niveles de particulado atmosférico que contiene el aire, y percibir de forma empírica la contaminación atmosférica de la segunda ciudad más importante de Querétaro. Esta situación aclara el panorama del porqué Querétaro no cuenta, como exigen las normas oficiales, con una Red de Monitoreo Atmosférico. Esta indolencia institucional es para proteger los intereses económicos de las industrias altamente contaminantes establecidas en la zona urbana y periurbana de este municipio.

El particulado atmosférico de San Juan del Río contiene, entre otros contaminantes, compuestos de carbono, plomo, nitrógeno, mercurio, dioxinas, bifenilos policlorados y furanos. Todos estos compuestos son auténticos venenos transgeneracionales, ya que no sólo afectan la salud de las generaciones presentes, sino también las futuras.

Los compuestos de carbono como son el monóxido de carbono y el dióxido de carbono, provocan malestares respiratorios y dolores de cabeza, porque al hacer contacto con el torrente sanguíneo evita que los glóbulos rojos atrapen oxígeno, lo que reduce la oxigenación de las células de todo el cuerpo. El plomo daña el sistema nervioso central, pudiendo provocar coma, convulsiones y muerte, disminución del coeficiente intelectual y aumento de conductas violentas. El mercurio daña el sistema nervioso e inmunitario, el sistema gastrointestinal, los pulmones, riñones, piel y ojos. Las dioxinas, bifenilos policlorados y furanos son cancerígenas, causan malformaciones, daños dérmicos, entre otros.

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Las cifras son un indicador evidente, los municipios con mayor cantidad de casos de cáncer son Querétaro, San Juan del Río, Landa de Matamoros y Cadereyta de Montes. En el año 2011 fueron atendidos por los servicios públicos 187 menores con cáncer, y en el 2012 un total de  250 casos.

Además de las contaminación por las fuentes fijas industriales y artesanales, como los hornos ladrilleros de Visthá, San Pedro Ahuacatlán, en San Juan del Río, y en San Nicolás, Tequisquiapan, también debe contemplarse las emisiones que causa la quema domiciliar de residuos, la incineración de basura en los tiraderos a cielo abierto, las emanaciones de los drenajes y la brisa del río San Juan, así como las fuentes móviles como autos, autobuses y trasporte de carga en general.

Para determinar de forma doméstica la probabilidad de que alguno de los integrantes de la familia pueda desarrollar algun tipo de cáncer, es necesario identificar las fuentes contaminantes fijas y móviles en el entorno inmediato, como son fábricas, hornos ladrilleros, talleres de cromado de metales, circulación de vehículos contaminantes, la dirección de los vientos dominantes y la transparencia del aire a lo largo del año.

Si la familia vive y desarrolla sus actividades cotidianas cerca de industrias, hornos ladrilleros, talleres, entre otros emprendimientos, la transparencia cotidiana del aire es escasa de forma recurrente y los vientos dominantes circulan de norte a sur (dirección Tequisquiapan-San Juan del Río), ante esto  se podrá estimar una alta probabilidad de desarrollar algún tipo de cáncer o alguna otra afección crónico-degenerativa causada por el particulado atmosférico.

Es común que se crea que la situación descrita es causada únicamente por la indolencia institucional favorable a los intereses económicos de los industriales; pero, en realidad, también hay parte de esa responsabilidad en la sociedad civil, ya que en muchos hogares se práctica la quema de residuos en el traspatio, los propietarios de vehículos no realizan el mantenimiento preventivo y correctivo de sus unidades, existen comercios que utilizan como combustible madera residual (tarimas), entre otros procesos. Y sobre todo, se tiene la consideración de que no hay nada qué hacer porque el empleo se encuentra en esa zona, así como la escuela para los hijos y otras situaciones que anclan a los ciudadanos. Es menester señalar que cada uno es constructor de su propio destino.

El cáncer y cualquier otra afección crónico-degenerativa es resultado de la suma de las condiciones y circunstancias bajo las cuales viven y se desarrollan los individuos, así como de su comportamiento emocional, por lo que para reducir este tipo de dolencias es necesaria la participación activa de la sociedad civil para eliminar las fuentes contaminantes fijas y moviles, o simplemente atenerse a las consecuencias y sufrir por ellas.