Las triquiñuelas de Laura Leyva

Por Valentín Ruíz Zamora

QUERÉTARO, QRO., 4 de maro de 2016.- Luego de no poder comprobar recursos federales por 2 millones de pesos, a Laura Leyva le fue rescindido el contrato laboral con la Universidad Autónoma de Querétaro, razón por la que ya no labora, sin embargo, se ha mantenido como secretaria general del Sindicato de Trabajadores y empleados de la UAQ.

Para mantenerse en el cargo, Laura Leyva ha sabido manipular estatutos a conveniencia propia lo que le ha valido seguir vigente al frente de la secretaría general de los sindicalizados, basando su fortaleza en el apoyo que le brindan empleados eventuales y trabajadores ya jubilados, en su mayoría.

Otra de las inconsistencias de la lideresa sindical, es que no ha mostrado su declaración patrimonial a que se tiene obligación y todo eso permanece en secreto.

Cabe resaltar que en alguna asamblea, dos integrantes del comité sindical presentaron su renuncia con carácter de irrevocable, bajo el argumento de que no querían ser parte de un comité espurio presidido por Leyva Saavedra y se fueron.

Asimismo, Laura recibió una fuerte suma millonaria de casi 4 millones de pesos en el período comprendido del año 2012 al 2014, por concepto de percepciones generales del STEUAQ, sin embargo 2 millones y medio de pesos no ha podido tampoco justificar.

En la reunión de esta tarde, Leyva permitió que los empleados eventuales y suplentes pudieran emitir un sufragio, acción violatoria según estatutos que dicen que estos trabajadores no pueden votar.

Según el estado financiero del STEUAQ presentado por Laura Leyva, el evento de aniversario tuvo un costo de 876 mil pesos, sin embargo a la Universidad solo pudo entregarle un recibo por la cantidad de 650 mil pesos, lo peor vino cuando se descubrió que su proveedor de nombre “Los compadres” no existe y que el domicilio fiscal del documento presentado carece de toda veracidad.

La demanda que tiene Leyva por los expulsados a nivel federal se encuentra en la Junta de Conciliación como una forma de negociar, ya que con eso presionan a la Universidad al no emitir la Junta un dictamen ante juzgados federales y son los expulsados los más afectados en esta problemática.

Es pues, esta solo una probadita de las malévolas triquiñuelas de Laura Leyva Saavedra.