‘Abrumador’ costo de vidas en México por políticas de Gobierno contra COVID: Universidad de California

México habría tenido una cifra de muertes significativamente menor si hubiera actuado ante la crisis sanitaria como el promedio de los gobiernos, de acuerdo con el Instituto de Ciencias de la Salud Global de la UCSF

Vía El Financiero

CDMX, abril 15 de 2021.- La renuencia de México a gastar dinero, realizar más pruebas, modificar la estrategia o reaccionar ante nueva evidencia científica contribuyeron a que el país sea uno de los más afectados por la pandemia de coronavirus, de acuerdo con un informe publicado esta semana por la Universidad de California, campus San Francisco.

México habría tenido una cifra de muertes significativamente menor si hubiera actuado ante la crisis sanitaria como el promedio de los gobiernos, de acuerdo con el Instituto de Ciencias de la Salud Global de la UCSF, que también divulgó un informe que critica con dureza la respuesta de Estados Unidos al COVID-19.

La Secretaría de Salud de México dice que se han registrado 210 mil 812 las personas fallecidas por esta enfermedad en la nación de 126 millones de habitantes, pero debido a que se realizan muy pocas pruebas diagnósticas, reconoce que la cifra real es de unos 330 mil. Estados Unidos y Brasil tienen cifras más altas, pero sus poblaciones son de mucho mayor tamaño.

El hecho de que las autoridades no hayan recomendado el uso de cubrebocas (a tiempo), implementado restricciones a los viajes, proporcionado suficientes pruebas y equipo de protección, ni establecido medidas de distanciamiento social, fueron algunos de los errores mencionados en el informe, el cual fue comisionado al instituto de la UCSF por el panel independiente creado por la Organización Mundial de la Salud para evaluar la respuesta de los gobiernos a la pandemia.

“Decisiones clave sobre cómo enfrentar la crisis de salud se basaron en supuestos injustificados, sin una evaluación suficiente de los riesgos que entrañaban dichos supuestos”, de acuerdo con el informe, que señaló una concentración excesiva de la autoridad y “una campaña gubernamental que priorizó mantener las apariencias y la política partidista antes que la salud”.

Por ejemplo, el subsecretario de Salud Hugo López Gatell, quien ha fungido como el encargado de la respuesta del país a la pandemia, dijo en repetidas ocasiones que portar cubrebocas no protegía a la gente de contraer el COVID-19, incluso después de que crecía la evidencia de que su uso sí la protegía.

“No es una coincidencia que los países con el peor desempeño en su respuesta a la pandemia de COVID-19 tengan líderes populistas”, señala el informe. “Tienen rasgos en común, como minimizar la gravedad de la afección, desalentar el uso de mascarillas, dar prioridad a la economía en lugar de a salvar vidas, y negarse a unir fuerzas con sus oponentes políticos para desplegar una respuesta coherente”.

Durante el transcurso de la pandemia, López-Gatell dijo que las pruebas masivas eran un desperdicio de dinero y energía. El Gobierno también destacó la promesa de que había camas de hospital disponibles, cuando en realidad el sistema estaba saturado en muchos sitios.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha hablado con orgullo de no haberse endeudado durante la pandemia y de no haber lanzado programas de estímulo económico, pues está a favor de la austeridad. Sin embargo, el informe señala que esta medida podría haber influido en las decisiones de no incrementar la cantidad de pruebas diagnósticas, ampliar el rastreo de casos y de adquirir rápidamente equipo de protección personal.

“Desde el principio, las autoridades de salud consideraron inútiles los esfuerzos para detener o contener el virus, defendiendo en cambio un enfoque de mitigación, así como la preparación del sistema de salud para atender a la minoría que requeriría atención médica”, según el informe.

Pero concentrar tanto poder en las manos de López-Gatell condujo al Gobierno a seguir repitiendo los errores que cometió al principio.