Se declara inimputable para ser recluida en centro psiquiátrico

Por Armando Guerra Y Valentín Ruiz

SAN JUAN DEL RÍO, QRO., 5 de octubre de 2016.- Luego del sonado y escandaloso caso que conmocionó a la sociedad queretana y sanjuanense sobre la mujer que mató a su propia hija de tan solo cuatro años de edad, dándole a tomar ácido muriático, este día, se conoció que la presunta homicida, a través de su defensa jurídica, se ha declarado inimputable fingiendo sufrir demencia y trastorno mental para ser recluida en un manicomio o centro psiquiátrico y no en una cárcel.

Enojando y sorprendido por este tipo de argucias legales, habla el padre de la niña muerta, el señor Carlos  Ledesma quien clama un juicio justo y dice: “Quiero decirle al abogado defensor que  lleva el caso, que se ponga en nuestros zapatos, que vea qué tanto es el sufrimiento por la pérdida de una hija y el dolor de un padre,  que nada más pregunte de qué manera murió la bebé, pues ni con todo ese dinero que utiliza para su defensa calmaría esa angustia, esa impotencia y ese dolor de haber perdido a un hijo”.

Según el padre de la niña asesinada con ácido muriático, la desnaturalizada madre de nombre  Juana Oria López “es una cínica ya que dentro de su reclusión la presunta asesina de la menor, cuando le preguntan que ella porqué está ahí, con desfachatez contesta: “¿A poco no saben? Fui muy famosa allá afuera porqué mate a mi hija, lo dice con orgullo”, asegura el padre de la niña.

Carlos Ledesma quien asegura ser legitimo progenitor de la menor fallecida Karla Yosselin Ledesma, sigue exigiendo desde su posición de padre que no quede impune este cruel asesinato de una niña indefensa,  pues “Yo le pido al juez y a las autoridades que no se quede sin resolver este  asesinato de mi hija Karla, que se hagan las investigaciones a fondo”.

El padre de la niña Karla, continúa diciendo que el día de aquella tragedia, su pareja sentimental dejó a la menor encerrada, sin beber agua y sin comer, “fue cuando llegó ella drogada y borracha, luego se quejó la niña pidiéndole agua y se molestó la asesina y fue entonces cuando le dio ácido muriático”, concluye el progenitor.