El trabajo asalariado como causa de enfermedades, lesiones y muerte

Por Joaquín Antonio Quiroz Carranza

(El autor es Doctor en Biotecnología; vive en la cabecera municipal de Tequisquiapan y es impulsor del periodismo científico)

CIUDAD DE MÉXICO, 18 de marzo de 2018.- Toda actividad ocupacional, eso que de forma coloquial se denomina “trabajo asalariado”, implica que quien la realiza se sumerge cada día en un ambiente socioeconómico particular donde se relaciona con otros individuos, maneja equipos, materiales, sustancias, máquinas, en fin, se somete a un determinado ritmo, todo lo cual ocasiona infinidad de alteraciones a la salud.

Generalmente los asalariados desarrollan su actividad laboral entre ocho y doce horas diarias, utilizan de entre una y cuatro horas en el transporte de ida al trabajo y regreso a la vivienda, y entre tres y seis horas dedicadas a la preparación de los insumos necesarios para asistir al empleo, todo ello quiere decir que entre el 50 y 70% de la duración del día los individuos lo dedican a trabajar o preparar las condiciones para trabajar, entre un 15 y 25% de ese tiempo para dormir y solamente entre un 5 y 10% para vivir.

“Trabajar” implica vender la fuerza de trabajo sea física o intelectual, esta acción conlleva necesariamente tensiones y compresiones físicas, exigencias emocionales, riesgos físicos, mecánicos y biológicos; en este sentido la fuerza de trabajo es una mercancía que posee valor de uso y valor de cambio, el valor de uso de la fuerza de trabajo representa lo que es capaz de hacer el individuo con ella, y el valor de cambio significa la riqueza social que es capaz de generar. En este asunto ingresa otro parámetro: el “salario”, “sueldo” o el precio que se paga en el mercado por la fuerza de trabajo.

Por ejemplo, un ser humano con determinadas capacidades y habilidades tiene una fuerza de trabajo (física e intelectual) con la cual es capaz de generar una riqueza social determinada, la cual podemos definir con un valor de 1, pero el precio de esa fuerza de trabajo en el mercado es de 0.01, este último valor es el salario, el valor restante es decir 0.99, representa la plusvalía, el valor de más que el contratador retiene como su ganancia o utilidad. Lo anterior significa que cualquier trabajador recibe solamente la décima parte o menos del valor de la riqueza social que es capaz de generar con su fuerza de trabajo.

Con solamente el 0.1 del valor de la fuerza de trabajo, el empleado tiene que intentar recuperar el desgaste de su cuerpo y cubrir las necesidades de su reproducción social y biológica. Esta es la causa original de lo que Adam Smith llamó la riqueza de las naciones y que en realidad significa la causa de la pobreza de los individuos: una venta inequitativa de la fuerza de trabajo, una infra-cotización del valor de la fuerza de trabajo en la bolsa de valores global. Lo que Carlos Marx denominó la explotación de la fuerza de trabajo.

¿Cuáles son las causas de la infra-valorización de la fuerza de trabajo? Éstas son diversas, pero la fundamental está en el asunto de que siempre ha habido seres humanos dispuestos a vender su fuerza de trabajo, por ejemplo, durante el esclavismo y el feudalismo esto era por obligación, se nacía o se hacia esclavo al individuo, y en el capitalismo se elige libremente ser esclavo, es decir asalariado.

Prácticamente el 99.9% de la población nace, crece y se sub-desarrolla con el sueño de obtener y retener un empleo asalariado: “un trabajo”, es decir, vender voluntariamente su fuerza de trabajo, ser un esclavo, creyendo que se es un ciudadano libre. Entonces, sí el trabajo asalariado ocupa entre el 50 %  y 75% del tiempo directo e indirecto de vida del individuo, éste será la causa del 50 % o 75% de las afecciones emocionales y físicas de los trabajadores.

Desde que nace un individuo se le prepara para asistir a centros de enseñanza escolarizada, lugares cuyo objetivo son prepararlos, no para ser individuos libres, sino esclavos asalariados. Uno o dos años de preescolar, seis años de primaria, tres años de secundaria, tres años de bachillerato, 4 a 6 años de licenciatura, y los más masoquistas dos años de maestría y entre tres y cuatro años de doctorado, en suma 24 años de instrucción escolar, posteriormente trabajará asalariadamente entre 30 y 35 años de su vida; así, si se suma el tiempo de preparación y de años de trabajo, un individuo promedio, con las mejores condiciones laborales, habrá ocupado 59 años de su vida en preparación laboral y desempeño laboral. Si la esperanza de vida para el año 2016 era de 75 años y de estos el trabajador dedicó 59 años a la preparación y actividad laboral, únicamente dispone para disfrutar la vida de 16 años, pero durante estos años ( los cuales generalmente son los últimos) se presentan todo tipo de afecciones generadas por las deficientes condiciones laborales por toda una vida de esclavo.

Como alternativa a la esclavitud en la modernidad líquida (léase reforma laboral), está la rebeldía informada, la negativa a vender la fuerza de trabajo, y si bien es cierto que es necesario prepararse e instruirse, eso no significa que lo escolarizado sea la mejor vía, el conocimiento puede adquirirse de forma autodidacta, como los grandes filósofos y construir emprendimientos que generen productos y servicios libres, como libre será su emprendedor. La fuerza de trabajo representa la base económica del capitalismo, si no existe como mercancía, dicho sistema deja de existir.