El agua purificada comercial: agua que daña la salud humana y los ecosistemas

e-Cosmovisión

Texto: Joaquín Antonio Quiroz Carranza

Foto: Luis Andrés Quiroz Cantú

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QUERÉTARO, 25 de febrero de 2018.- Algunas marcas que procesan, envasan y comercializan agua purificada,  orgullosamente publicitan que su agua “no tiene nada”, como si fuera algo positivo, cuando en realidad el agua sin minerales no hidrata, al contrario, deshidrata, porque para ser útil al organismo debe presentar minerales que lo enriquecen, lo contrario provoca su lixiviación del cuerpo, generando diversas afecciones.

Prácticamente toda el agua purificada envasada para su uso individual se comercializa en recipientes de polietileno tereftalato (PET), este material se somete a cambios de temperatura; durante su traslado en el trasporte de carga, se exhibe y distribuye, sufre golpes, se expone a los rayos del sol, se almacena de forma prolongada y se rellena repetidas veces (es decir, se reúsa). Muchos de sus compuestos como son los formaldehídos, antimonio, ftalato, acetaldehído, entre otros, migran al agua y ésta al consumirse los distribuye en el cuerpo humano.

El formaldehído produce irritación de los tejidos. Los síntomas más comunes son irritación de los ojos, la nariz, la garganta y lagrimeo, las personas que sufren de asma pueden ser más sensibles a sus efectos, cantidades altas pueden producir dolor agudo, vómitos, coma y posiblemente la muerte. Algunos estudios en seres humanos expuestos a cantidades bajas de formaldehído mostraron que éstos desarrollaron cáncer de la nariz y la garganta. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) y la EPA (Agencia de Protección Ambiental de los EE.UU.),  han determinado que el formaldehído es carcinogénico en seres humanos.

Por otra parte, la exposición a cantidades relativamente altas de antimonio durante un largo periodo de tiempo puede provocar irritación de los ojos, piel y pulmones. Si la exposición continúa se pueden producir efectos más graves, tales como enfermedades pulmonares, problemas de corazón, diarrea, vómitos severos y úlceras estomacales. Los ftalatos se vinculan con alteraciones hormonales, malformaciones urogenitales en hombres y afecta el sistema reproductor masculino. Provocan también dermatitis, alergias y alteraciones neurológicas, siendo mayor el daño en niños. Por su parte el acetaldehído a bajas concentraciones causa irritación de ojos, nariz y vías respiratorias, así como afecciones bronquiales; el contacto prolongado con este compuesto, puede causar daño en el epitelio de la córnea ocular, produce dolor de cabeza, bronquitis, edema pulmonar, puede causar vómito, diarrea, narcosis e insuficiencia respiratoria, daños renales y la muerte, también es cancerígeno y provoca aberraciones cromosómicas. Cuando hay exposición continua, los síntomas se asemejan a los de un alcohólico crónico: pérdida de peso, anemia, delirio, alucinaciones visuales y auditivas, deterioro intelectual y trastornos psíquicos.

De esta forma el agua purificada envasada en PET provoca deshidratación y la ingesta de sustancias químicas que producen daño de ligero a severo en el cuerpo humano. Además los envases al ser incinerados, en hornos ladrilleros o en la quema de traspatio, liberan dioxinas y bifenilos policlorados, sustancias cancerígenas que causan malformaciones, entre otras afecciones.

Y sí esto no fuera suficiente, el vertido irregular de envases de PET provoca la generación de sitios de anidamiento de insectos como moscas, cucarachas y otros organismos que trasmiten enfermedades virales y bacterianas.

El mercado del agua embotellada para consumo humano en México está concentrado principalmente en cuatro empresas trasnacionales: Danone, con el agua Bonafont que controla cerca del 40 por ciento del mercado;  Coca-Cola,  con Ciel, el 25 por ciento; Pepsicola con epura, el 20 por ciento; y Nestlé, cerca del 10 por ciento. El valor nacional de mercado del agua embotellada alcanzó los 13 mil millones de dólares en 2015. El 70 por ciento del mercado del agua embotellada se concentra en el segmento de las botellas individuales y el 30 por ciento en el de los garrafones de 20 litros.

Los estados de la República, donde los ciudadanos gastan más dinero en la adquisición de agua embotellada individual son: Distrito Federal con $1412.00 anuales por persona; en Querétaro, $1400.00; Quintana Roo, $1284.00; Jalisco, $1252.00; y Zacatecas, con $1152.00

Así pues, ¿será concebible que los ciudadanos paguen por enfermarse?, esto sí es el colmo. Para evitar afecciones, la contaminación del ambiente, el enriquecimiento de los grandes monopolios trasnacionales y el dispendio de los recursos económicos de la familia, se deben ejercer diversas acciones, una de ellas es: dejar de consumir agua purificada embotellada y proceder a realizar las acciones para disponer de este recurso seguro para consumo humano, el procedimiento más simple es hervir el agua y airearla, como antiguamente le hacían las abuelitas.

Otro mecanismo es estudiar los componentes y resultados de artilugios tecnológicos disponibles en el mercado para filtrar y purificar el agua, y elegir el que más convenga a la salud, el estilo de vida y la economía familiar. Para conocer con más detalle uno de estos implementos tecnológicos puedes visitar El Ahuehuete Herbolaria, ubicado en Calle Niños Héroes No. 41 esquina Matamoros, local 3, Centro, Tequisquiapan, Querétaro, o comunicarte al 442-3775127.