“La Yuli”: de albañil a sicario líder zeta; controla el penal de Topo Chico

Por Armando Guerra V. (Exclusivo para Voz Imparcial)

Querétaro, Qro.-6 abril de 2017.- Desde antes de involucrarse en el mundo de las drogas, Julio Cesar Pardo Leyva alias “La Yuli”,- desde casi adolescente-, se ganaba la vida trabajando como albañil en la zona conurbada de Monterrey, luego en la época en que el gobierno de Felipe Calderón,  cuando se desató la guerra contra el narco, Julio César se enlistó a las filas del llamado Cartel de Los Zetas, ello a pesar de sus tan solo  17  años de edad.

Como miembro de aquella organización delictiva, La Yuli fue escalando cargos, entonces los cabecillas de aquel Cartel le veían agallas para formar parte de los escuadrones encargados de los secuestros,  ejecuciones y de la venta de droga al menudeo en zonas controladas por los zetas como Apodada, Cadereyta; Santa Catarina y  Monterrey.

Creado en el popular sector Cumbres- San Bernabé, Julio Cesar Pardo comenzó a delinquir robando transeúntes, taxistas y vendiendo drogas al narcomenudeo, luego conoció a los “jefes” de la droga quienes lo involucraron en este jugoso negocio, así fue como se convirtió de albañil a sicario de los zetas.

Con tan solo  24  años de edad, hoy “La Yuli” controla el penal de Topo Chico en Monterrey Nuevo León cuya población penitenciaria supera los 3 mil internos, pues en el último motín que se registró en este reclusorio, fue uno de los incitadores a la violencia y principal participante en la muerte de unos 49 reos.

El doble asesinato de “La Yuli”

A principios de Julio de 2014, luego de la desintegración de varios integrantes del Cartel de Los Zetas en Nuevo León,  “La Yuli” regresó a delinquir a las calles de Monterrey, de donde había surgido como simple delincuente, así fue detenido por participar en un doble homicidio y atraco en una tienda de la colonia San Bernabé.

Julio Cesar Pardo fue ingresado al penal de Topo Chico por el asesinato  de Manuel Hernández Burciaga y David Alejandro Benítez Arévalo quienes murieron cuando se encontraban bebiendo en el depósito “Perkins”,  ubicado en avenida las Rocas, entre Talco y Mármol, de la mencionada colonia.

En esos hechos, también participó un menor identificado como Pedro “El mazo”, así como Luis Ángel Rivera Arista y Noé Antonio Martínez Medina, quienes actualmente están detenidos por otros delitos.

Luego un juez no encontró las suficientes pruebas para enjuiciar a “La Yuli” por el delito de homicidio, aunque sigue preso purgando otras condenas por robo, venta de droga y motín.

Las mantas contra “La Yuli”

Luego de que hace semanas, el prestigiado periódico “El Norte” dependiente de la cadena de “El Reforma” divulgara un video en el que algunos reos de Apodaca eran sometidos a vejaciones, aparecieron varias mantas en  algunos municipios de Nuevo León.

Tras divulgarse aquellos  videos de agresiones contra cabecillas del Cártel del Noreste en el penal de Apodaca,  fueron colocadas en diversos lugares públicos,  siete mantas en las que ese grupo delictivo amenazaba  con represalias a los agresores.

Los mensajes fueron colocados en puentes de municipios de Monterrey, García, Santa Catarina y Guadalupe.

El Narcomensaje

“A toda la raza de los penales del Topo Chico, Apodaca, Cadereyta y las plazas de Nuevo León, venimos a limpiar el estado de pinches volteados, los vamos a ir exterminando, no se enculen con el pinche pelón de Apodaca de cagada.

“Mario Salazar Cortéz o Juan Hernández Hernández, y con el joto de Julio César Pardo Leiva, alias el Juli, encargado del Topo, y con Moisés Vázquez Sosa, alias Moy o Moyeja pedorra, encargado del Penal de Apodaca, no le sigan su puto rollo que son los buenos.

“Son puros pendejos que mordieron la mano que les dio de comer, no quisieron entender cuál es la línea del señor 40 del Cártel del Noreste, a sangre y fuego van a mamar, pinches traidores”.

El reportaje de Denise Maerker

Según  testimonios y videos obtenidos por el noticiero de Televisa “10 En Punto”, conducido por Denise Maerker, Integrantes del cártel de Los Zetas han retomado el control del penal de Topo Chico, en Monterrey, Nuevo León.

De acuerdo con 10 En Punto, el interno Julio César Pardo Leyva, alias “La Yuli” y perteneciente al cartel de Los Zetas, actualmente dirige la venta de droga, así como el cobro de piso en el penal.

Con ayuda de dos reclusos identificados como “El Boster” y Abel Carrizales, alias “El Contador”, cobran a los internos entre 35, 50 y 80 mil pesos al mes por derecho de piso.

También exigen a los familiares de los internos el pago de 20 pesos para recibir visitas el fin de semana y evitar que los golpeen durante su estancia en el penal.

De acuerdo con testimonios, quienes no pagan son enviados a las celdas de castigo, a los hombres a un área conocida como la canina, donde los internos apenas pueden recostarse en un pequeño espacio sobre el piso.

A las mujeres las llevan a una zona conocida como “Las tapadas”, que es controlada por Irma Marroquin y Carla Joana Hernandez, identificadas como novias de “La Yuli”. En ese lugar, de acuerdo con testimonios, las reclusas tienen prohibido ir al baño, comer, bañarse, e incluso no hay colchones para dormir.

En la grabación de dicho reportaje televisivo,  aparece el sujeto, conocido como “El Boster”, recibiendo dinero y una tarjeta amarilla. La tarjeta significa que le pidieron una dosis de droga.

“Venden marihuana, piedra, pase, el alcohol es adulterado, es guachicol, lo hacen con el mismo producto que meten del gobierno, la papa se deja fermentar 14, 15 días, que se pudra la papa en el agua con gel antibacterial, cuesta 150 la botellita”, relató una interna del penal del Topo Chico.

Además, se le permite la entrada a grupos de entre 15 y 30 hombres, quienes golpean a las mujeres, las despiertan con agua helada o les echan encima basura de los sanitarios.

Todo esto es posible, señala 10 En Punto, gracias a que los custodios reciben dinero de los criminales para dejarlos controlar el penal, además de que son ellos quienes meten la droga que venden los reos en el interior del penal.