Nuevo Comisionado de Policía Federal hombre cercano a Carlos Slim, traicionó a Los Zetas

Por vozimparcial.com

CIUDAD DE MEXICO.- 29 AGOSTO DE 2016.- En un amplio reportaje del prestigiado analista de Inteligencia en Mexico Tomas Borges, se conoció que el nuevo Comisionado Nacional de la Policia Federal Manelich Castilla Cravioto, es un abogado protegido por el hombre más poderoso de México, Carlos Slim, quien gracias a sus contactos, siempre ha contado con cuotas de poder en los tres niveles de gobierno, pero no conforme con ello el analista asegura que este jefe policíaco en su momento traicionó al Cartel de Los Zetas. Aquí reproducimos el reportaje publicado en Los Estados Unidos, concretamente en “Los Ángeles Prees”.

Ejemplos sobran y por citar algunos, tiene como secretario de Turismo del Gobierno del Distrito Federal a Miguel Torruco Márquez, suegro de Carlos Slim Domit; y como asesor en materia de seguridad para el grupo que preside, CARSO, a Armando Espinosa de Benito (acusado de corrupción y uno de los principales mandos dentro de la estructura de la Policía Federal), quien ha puesto sus conocimientos para salvaguardar el emporio de Carlos Slim.

Para ampliar sus tentáculos y poner a salvo sus intereses y patrimonio, Carlos Slim creó la Fundación Telmex en 1996, como una manera de deducir impuestos y dar el cariz de ser una empresa con responsabilidad social.

Dentro de sus programas, crearon el “Programa Justicia” cuyo objetivo era “apoyar a personas que han cometido un delito menor para que puedan obtener su libertad y tengan la oportunidad de reincorporarse a la sociedad con nuevas herramientas de vida, a través de cursos de desarrollo humano y asesoría psicológica profesional que se brinda tanto a los beneficiados como a sus familias”, reza su propia presentación.

El encargado de dirigir este programa fue Manelich Castilla Cravito, un joven abogado penalista egresado de la Universidad Latina Campus Sur, fundador de Castilla Craviotto-Escalante y asociados, S.C. Se trata de un despacho especializado en consultoría jurídica y asesoría contratado por la Fundación Telmex para poner en marcha el programa de Fianzas.

Al ver la capacidad académica y laboral de este abogado cuyo lema en la docencia era “nada de lo que les diga es una afirmación, sino una interrogación permanente”, hicieron que fuera incluido en julio del 2009 en las filas de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, cuyo titular Genaro García Luna, otro joven que llegó al pináculo de su carrera bajo el amparo de tan poderosa familia, no tuvo objeción alguna en darle una Dirección General Adjunta y nombrarlo en marzo del 2010 delegado estatal en San Luis Potosí con el grado de ‘comisario’.

Fue en ese estado, donde sustituyó al comisario Eduardo Delgado Álvarez, quien cedió su lugar al protegido de la familia Slim, y quien gracias sus éxitos académicos (fue profesor del INACIPE donde obtuvo su maestría con cédula 5742660 e impartió la materia de Teoría de la Culpabilidad) escaló vertiginosamente en la burocracia federal.

Una vez sentado en la silla como delegado estatal recibió la visita de emisarios de los Zetas, amos y señores de la entidad, quienes bajo el mando de Iván Velázquez Caballero El Talibán o Z-50, mandaron decirle a Manelich que se abstuviera de modificar el “Status Quo” imperante, ya que de todos era bien sabido que los Zetas cohabitaban en la entidad con la complacencia de las autoridades. Así ha sido desde que un grupo de estos delincuentes “levantaron” al hijo del entonces gobernador panista Marcelo de los Santos Fraga, quien ante esa prueba de fuerza, dejó que el crimen organizado operara impunemente en la entidad.

Todavía no se sentaba en la silla, cuando según fuentes (que dieron la información y prefirieron el anonimato por razones obvias) Manelich fue visitado por gente del Cártel de Sinaloa, quienes le pidieron patente de corso para operar en la entidad con su complacencia, dándole dos maletines con dinero, mismos que fueron entregados por un emisario cerca de Santa María del Río, conocido como la cuna del rebozo en México y bastión de los Zetas en la entidad, a tal grado que el mismo Heriberto Lazcano Z-3 (presuntamente muerto en Progreso en octubre del 2012 y cuyo cuerpo está ausente) estuvo a punto de ser detenido en el rancho “El Atorón” en diciembre del 2008.

Manelich vendió la plaza en millones de dólares. Las cifras difieren de acuerdo a los entrevistados: mencionan cifras que van de los 5 a los 10 millones de dólares, y fueron entregados en billetes de 20 dólares americanos, traslados en helicóptero a la Ciudad de México para el pago correspondiente a los mandos superiores.

Lo anterior, fue considerado como una traición por El Talibán, quien ordenó la muerte del traidor, quien recibía mensualmente 30 mil dólares por parte de los Zetas, incluso cuando éste ya había recibido el dinero por parte del Cártel de Sinaloa.

Ello trajo consigo que Manelich obtuviera una unidad Suburban color azul blindada para sus traslados, escoltada por dos unidades de la Policía Federal de avanzada, evitando en todo momento los lugares concurridos, al grado de pasar los fines de semana en la Ciudad de México.

El uso de una unidad Suburban fue lo que desencadenó la muerte del agente de Migración estadounidense Jaime Zapata, el 15 de febrero de 2011 cuando supuestamente “los Zetas” atacaron la camioneta con placas diplomáticas, creyendo que en la misma viajaba el delegado de la Policía Federal.

En ese momento que trascendió que no había muerto Manelich, sino un agente estadounidense, Heriberto Lazcano, de acuerdo a informes de inteligencia, vivía en la capital potosina y viajaba constantemente a los límites con Coahuila, para encontrarse con Miguel Treviño Morales “El Z-40” para atender las operaciones e incluso cazar venado.

De acuerdo con las primeras investigaciones, el ataque se realizó sobre la Carretera 57, en su tramo San Luis Potosí-Querétaro, aproximadamente a las 15:20 horas, a la altura del municipio de Santa María del Río, San Luis Potosí.

Fuentes cercanas revelaron que un grupo de sujetos armados, realizó el ataque a la camioneta en la que se transportaban los oficiales y que portaba placas diplomáticas de Estados Unidos.

Sin embargo, fuentes de la embajada de Estados Unidos en México informaron que dos agentes especiales de la ICE habían sido heridos a tiros durante un asalto cuando viajaban de Ciudad de México a Monterrey, por lo que la Procuraduría General de la República (PGR) inició una averiguación previa PGR/SLP/SLP-V/104/D/2011 por los delitos de homicidio, homicidio en grado de tentativa, lesiones y lo que resulte, tras el ataque mientras los agentes transitaban entre Querétaro y San Luis Potosí.

Ante la presión estadounidense, detuvieron a los presuntos sicarios que cegaron la vida del agente e hirieron a otro, siendo estos Julián Zapata Espinoza (quien dirigía el comando), Rubén Darío Venegas, José Ismael Nava Villagrán y Francisco Carbajal, quienes manifestaron ser de los Zetas y tras declararse culpables fueron trasladados a la unión americana donde fueron sentenciados a cadena perpetua.

Según el testimonio de Zapata Espinoza difundido por CNN en aquellas fechas, él ordenó a los funcionarios estadounidenses detenerse y salir de su vehículo, pero Zapata y Ávila se negaron e intentaron identificarse como funcionarios diplomáticos. Después intentaron escapar y los Zetas les dispararon.

Después de tan espinoso suceso, se logró la captura el 27 de febrero de ese año, de Luis Miguel Rojo Cejo, alías el Oso Rojo, operador financiero de los Zetas, con el objeto de darle un mensaje al grupo delictivo al pegarle en el entramado financiero.

El Oso Rojo, vivía con total impunidad que asistía a los eventos sociales de la entidad, siendo figura conocida en los lugares de moda de la Av. Carranza y Lomas en la capital potosina, donde todos los Zetas además de temidos, son respetados.

La carretera 57 México-Nuevo Laredo es la arteria principal por donde opera el Cártel del Golfo y los Zetas quienes están en una lucha constante con sus otrora socios. Los Zetas tienen como “halcones” (Vigías) a todos los deshuesaderos de la entidad, así como a todas las prostitutas, quienes están en nómina como informantes y se encargan de reportar en tiempo y forma todas las actividades de los cuerpos de seguridad de los tres niveles de gobierno, principalmente de la Policía Federal, cuya Academia se encuentra enclavada en la Colonia Tercera Chica, cerca del Saucito, en la capital potosina.

Manelich Castilla Craviotto gracias a sus credenciales docentes, cuenta con un puesto en la UNODC (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito) y estuvo en su cargo, siempre custodiado hasta diciembre del 2012.

Tras el triunfo de Enrique Peña Nieto, éste nombro como Secretario de Seguridad Pública a Manuel Mondragón y Kalb, quien destituyó a Luis Cárdenas Palomino como Coordinador de Seguridad Regional, poniendo como encargado del despacho a Castilla Craviotto, quien fue ratificado en el cargo por el actual Secretario, quien se está encargando de hacer en una reingeniería en la corporación.

Castilla Craviotto junto con Francisco Galindo Ceballos, oriundo de San Luis Potosí y ex Secretario de Seguridad Pública en la entidad de 2009 al 2011), actual Comisionado de la Policía Federal (destituido del ISSSTE y recomendado dos veces, no apto en los exámenes de control de confianza y acusado de corrupción cuando fue delegado de la PGR en la entidad) son los encargados de resucitar a esta Policía Federal muerta por la corrupción.

Lo anterior al parecer es una burla, ya que este sujeto, quien tiene en sus manos una de las más grandes encomiendas, poner orden en los destacamentos de la antigua Policía Federal de Caminos y de la red aeroportuaria (que cuenta con 36 mil elementos poco más del 50% del estado de fuerza de la corporación), cuenta con la capacidad académica, pero en la práctica sólo hizo que incrementara el índice delictivo en una de las entidades antes más pacíficas del país.

A pesar de contar con el apoyo de la elite, ha demostrado incapacidad, ya que dicen las fuentes consultadas que sólo está sirviendo como “plomero”, tapando las goteras que dejó García Luna y compañía en una institución corrupta hasta la médula.

Mondragón y Kalb, puesto como una cuota de poder por el ejecutivo para sacar su famoso “Pacto por México”, sigue proponiendo el esquema de “Cuadrantes” para abatir el crimen, tal como lo hizo en la Ciudad de México, considerada durante la administración de Marcelo Ebrard como una de las más seguras.