El sitio más gélido de México, ¿Sabes cuál es?

Por Ania Muñoz

DURANGO, 18 de diciembre de 2015.- Las mañanas son congelantes, las noches son peor, el frío cala hasta los huesos y el agua amanece totalmente congelada, una enorme barra de hielo es lo que deben romper los habitantes de esta comunidad, bien con martillo o con mazo, pero se les nota cada vez más habituados a estas temperaturas gélidas. El día comienza.

En La Rosilla Durango, la sensación térmica es mucho peor a los grados centígrados que nos indica el meteorológico, donde se han registrado temperaturas récord en todo el país luego de alcanzar los 27° centígrados, si, leyó bien, pero bajo cero.

Para los comuneros, con la llegada del otoño también ha llegado el invierno, aunque se alarga hasta por 4 meses en el mejor de los casos.

En el interior de los domicilios, entre las 8 y 9 de la mañana, es cuando el frío empieza a sentirse aún más, ya que los techos de lámina y los muros de troncos madera resienten el descongelamiento natural del hielo que cubrió las casas durante la noche.

Desde afuera se empieza a ver el humo que sale de las chimeneas de los hogares, pero en el exterior las entumidas manos buscan algo para calentarse, el café hirviente adentro, se enfría con rapidez apenas unos momentos fuera de la casa.

Reporteros, periodistas y comunicadores de México, están al pendiente de lo que informa la CONAGUA diariamente para dar conocer la temperatura con la que amanece La Rosilla, es Ismael Velázquez el encargado de informar cada mañana el reporte en grados centígrados con los que se amaneció, desde luego, bajo cero. Es su hobby, pues nadie le paga por hacerlo.

Cuentan en La Rosilla con agua potable, pero de qué sirve si las temperatura bajo cero son capaces de congelar tuberías y mangueras; tienen que pasar semanas sin agua, por eso deben almacenarla en tambos, donde se forma la gruesa capa de hielo que les comentaba al principio.

¿Te animarías a visitar este congelante sitio?

La Rosilla, ubicada en el estado de Durango, es una comunidad habitada por menos de 250 personas, pertenece al municipio de Guanaceví y para llegar, habrás de tomar una terracería de 60 kilómetros hacia donde pareciera estar habitado solo por árboles capaces de seguir vivos, luego de tanta embestida invernal que los abriga.

Lo único cálido que encuentras en este lugar de su gélido invierno, es su gente, quienes te invitan lo que no tienen, pero con un caluroso afecto.

¿Te gusta el frío? VISÍTALO, será una experiencia genial.