Por Mónica Arceo
QUERÉTARO, QRO., 8 de noviembre de 2015.- Como todo programa social hecho al vapor y sin análisis o diagnóstico previo, Red Q representa una de las faramallas erráticas gubernamentales.
El apoyo de los transportistas fue decisivo y determinante para el pasado proceso electoral donde de manera abierta dieron su respaldo al nuevo gobierno y a pocos días del mandato se sienten defraudados.
En aquel momento y contexto electoral las manifestaciones y golpeteos políticos fueron duros y certeros hacia el partido y grupo en el poder. Tenían puestas sus esperanzas en el cambio.
Muchas son las demandas de este sector: el manejo financiero, el respeto a la inversión, el bajo índice de ganancia para el concesionario, la seguridad en las calles, la transparencia en el manejo de sus recursos, la imposición de liderazgos, entre otros.
Lo cierto es que las supuestas innovaciones en el sistema no le vinieron bien a nadie, salvo al sector gubernamental, ni al accionista, quien demanda que sus ingresos disminuyeron o se desviaron significativamente a partir del despojo financiero al limitarles el manejo de su representación empresarial.
Tampoco el cambio fue benéfico para el empleado del transporte, ya que anteriormente percibía sus entradas económicas de acuerdo al porcentaje de efectivo recibido durante su jornada, hoy trabajan por un bajo salario, sin prestaciones sociales, sufriendo inclemencias del tiempo, delincuencia, inseguridad y a veces opinan, maltrato e incomprensión de los ciudadanos.
Por su parte, existe un descontento generalizado del usuario, de tal manera que, apreciables seguidores, no hubo mejoras de ninguna índole. El servicio sigue siendo pésimo y representa un autoengaño para quien opine lo contrario.
En una encuesta realizada por estudiantes de Piscología Social y Trabajo Social a la ciudadanía que usa este medio de movilidad y que radica en Querétaro capital, se arrojan las siguientes percepciones sobre las deficiencias en este servicio, juzgue y opine usted mismo:
- Falta de un diseño adecuado por parte de las autoridades en cuanto a supervisión de la salida de base, llegada a la base, cumplimiento de tiempos, respeto al usuario.
- Incumplimiento de horarios de inicio y de cierre del servicio en la jornada de día a día.
- Abandono de la ruta antes de la llegada argumentando la falta de seguridad.
- Falta de capacitación a los empleados en cuestión de trato al cliente.
- Uso recurrente de celular por parte de los conductores durante el trayecto.
- Movimiento frecuente de la unidad antes de la bajada del usuario poniendo en riesgo la vida.
- Música estruendosa que no permite la concentración necesaria del conductor.
- Demanda exacerbada del servicio, se vive un atascamiento en horas pico.
- Se abandona al pasajero en la parada debido a la prisa del conductor en el cumplimiento de tiempos, o bien por la demanda excesiva.
- Los conductores realizan sus necesidades fisiológicas en las bases, al aire libre, y suben a la unidad sin lavarse las manos.
- Líderes corruptos coludidos con el sector gubernamental.
- Tarifas elevadas en función de la decadencia del servicio.
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