Por Alejandro Rodríguez
HUICHAPAN, HGO., enero 13 de 2023.- Tal parece que Felipe Mendía, Alejandra Esmeralda Carrillo y Juan Manuel Rojo “El Francés”, se queman a un tiempo, por la imposición de delegados afines al Presidente Municipal.
En este contexto, para el verde será debut y despedida en Huichapan, por el manejo desastroso de la política interna, tanto de la flamante y consentida del presidente, la secretaria municipal Alejandra Esmeralda Carrillo, como el coordinador de delegados Juan Manuel Rojo “el Francés”, así como el autonombrado “delfín del presidente”, el químico Felipe Mendía, director de Servicios Públicos.
Esté último fué curiosamente, representante del gobierno municipal en todas las asambleas de las comunidades, para elegir delegados auxiliares en donde hay inconformidad por la manera tan desaseada, cínica y arbitraria en la que impusieron delegados afines al proyecto de Tello, cómo preparativo de lo que será la próxima campaña electoral y así continuar en el poder municipal a través de uno de sus títeres.
Lo que no contaban es el revés de varias comunidades al revelarse contra el Gobierno de Huichapan en su intento de arrebatar la voluntad del pueblo, con prácticas de arremedos de tirano, que ni eso saben hacer bien.
Una de estás comunidades es la siempre revolucionaria y rebelde Tlaxcalilla, dónde pobladores hartos de este tipo de prácticas, tomaron la delegación municipal impidiendo la entrada de quién la presidencia impuso, es aquí dónde gobierno debería preocuparse, porque cuando Tlaxcalilla se levanta, Huichapan tiembla.
En Maney pasa más o menos lo mismo, no entregarán las oficinas hasta que no se resuelva la situación anómala que se presentó.
En el mismo tono tenemos a la Sabinita, El Calvario, La Campana y San José Atlán, dónde igual existe inconformidad por las imposiciones, más las que se sumen al respecto.
Para entender la operación política tan desastrosa que hicieron estos tenebrosos personajes, basta poner de ejemplo a Tlaxcalilla y Maney. En ambos casos les impusieron a familiares de gente de la presidencia, en Tlaxcalilla a la Mamá de la regidora Aby Valencia y en Maney a la cuñada de la secretaria municipal Esmeralda Carrillo.
Curiosamente en Tlaxcalilla solo asistieron 30 personas debido a la poco o nula información que se dió a conocer y Mendía, el lacayo de Tello, creyendo que eran afines a la delegada Aracely Mendoza, mamá de la regidora Aby, le dijo a los asistentes que si estaban de acuerdo se votaba con los presentes… ¿Cual fué su sorpresa? Que sólo dos personas votaron por que siguiera ella cómo delegada, porque a decir verdad ya nadie está conforme con su trabajo y menos con la forma tan corrupta en la que se hizo del cargo, aunado a todo esto la falta de rendición de cuentas ( sí, efectivamente, dinero) de la delegación.
Por su parte en Maney sucedió todo lo contrario, asistieron 200 personas para avalar el excelente trabajo del delegado Salvador Chavez con el voto unánime por que siguiera en el cargo, a lo cuál el lacayo Mendía invalidó, porque según él, para ser válida el mínimo de asistencia debía ser de 500 personas, por lo que nombraron a un nuevo delegado, obviamente afín a Tello Moreno.
En otras palabras, tanto en Tlaxcalilla cómo en Maney utilizaron dos criterios diametralmente opuestos para invalidar las asambleas e imponer a sus incondicionales, digamos entonces que si para Maney debía haber al menos 500 personas, ¿Cuántas debería haber presentes en la asamblea para una comunidad de 4mil habitantes como lo es Tlaxcalilla?
De esa burda, que además suena y rima con burla, lo hicieron, donde las comunidades o barrios por apatía o ignorancia de la ley orgánica se dejaron, de cierta forma, manipular.
NO TODO ESTA PERDIDO
Se les volteó el chirrión por el palito, pues no esperaban que el pueblo revolucionario de Tlaxcalilla se inconformara y tomaran acciones en contra del mismísimo Gobierno Municipal de Huichapan, acciones que seguirán hasta el cese de la siempre perpetua delegada espuria y se nombre a quien fué elegido como legítimo Delegado, el señor Armando Romero. Lo mismo en Maney, no entregarán las oficinas, ni sellos, hasta que se ratifique al Delegado Salvador Chávez, para el segundo período.
Menudo problema tienen las corcholatas de Tello. Al confabularse los tres para torcer la ley orgánica municipal, ya que esta inconformidad que más bien es un atropello a sus derechos de las dos comunidades, puede encender la mecha y hacer arder la hoguera revolucionaria que hay en está región, despertando del letargo a todas las demás comunidades inconformes y doblegadas bajo el yugo de un gobierno autocrático.
Por lo pronto, en Tlaxcalilla, ya decidieron que, si alguna de las 3 corcholatas se acerca pidiendo el voto, para las siguientes elecciones municipales, a pudra y palo los verán saliendo del pueblo, recordándoles la burla que les hicieron con imposición de delegados y desconociendo la voluntad de su gente.
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