Mató a su propia madre, la joven asesina enterró a su progenitora en el patio de su casa

Por Agencias

CELAYA, GTO., 25 octubre 2017.- Una joven mujer asesinó a su propia madre y enterró su cuerpo en el patio trasero  de su casa que tenía en renta.

Aunque el asesinato tuvo lugar hace casi dos meses, derivado de una pelea que sostuvieron y el cadáver presenta golpes en la cabeza, fue hasta hoy cuando las autoridades lograron desenterrar el cuerpo de la infortunada anciana.

Agentes de Investigación Criminal están abocados a la búsqueda de la presunta matricida  ya que ayer por la mañana se dio a la fuga, poco después de sentir remordimiento y confesarle a su esposo el crimen.

Debido a ello, dos hijos de la víctima acudieron al domicilio y descubrieron un montículo en el patio trasero, avisando de inmediato a la policía.

Tras hablar con su esposo , acudió con una de sus cuñadas y le dejo encargada a su hija de tres años, para poder escapar.

La finada tenía una pareja y el Ministerio Público Común indaga quién era, a fin de que rinda su declaración al respecto y determinar si participó o tuvo conocimiento de lo acontecido.

Reñía con su madre constantemente  

Aunque la investigación recién inicia, ayer por la tarde-noche trascendió la información y pudo establecerse que la relación entre madre e hija no era cordial, pese a que vivían en la misma casa y laboraban en una estética ahí instalada.

De hecho, se comentó que en las riñas participaba de manera ocasional la pareja de Laura, quien contaba con 50 años de edad y, su hija, 23.

Según versión proporcionada a las autoridades por miembros de la familia, hace casi dos meses desapareció su progenitora.

Cuando preguntaron a Eli por ella, ésta argumentó que se había ido a Estados Unidos y que no quería saber nada de su familia.

Aunque dicha afirmación nunca fue comprobada por ellos, la aceptaron y, por ende, no presentaron denuncia por desaparición de persona.

Fingió enterrar un perro San Bernardo

Al poco tiempo del crimen, Eli empezó a vender los muebles y rentó a una pareja la casa, ubicada en calle Baleares 669, colonia Los Olivos, al cerrar el trato, les dijo que tenía un perro San Bernardo que se había muerto y al cual ella enterró en el patio trasero.

Por esta causa, les explicó, estaba el montículo de tierra y agregó que si olía mal le avisaran para echar cemento en esa parte de la casa.

Durante casi dos meses, sin saberlo, la pareja vivió con un cadáver en el patio trasero.