Suicidio en El Marqués, se incrementan tragedias

Por Jorge Coronel

EL MARQUÉS, QRO., 6 de diciembre de 2016.- La cultura de la muerte llegó al municipio de El Marqués. Apenas hace unas horas una persona del sexo masculino fue encontrada colgada en la comunidad de Saldarriaga (ver: http://www.noticiasdequeretaro.com.mx/2016/12/06/joven-se-cuelga-del-puente-de-saldarriaga/).

¿Qué está pasando en dicho municipio donde el desastre se ha desatado?

Varias son las expresiones que han moldeado nuestra forma de ser, estar y actuar en este mundo; algunas de éstas son: la griega, la cristiana y la romana . De las primeras dos hemos de decir que son, en la práctica, letra muerta (es decir, la pasión por la sabiduría y el conocimiento, el respeto a la naturaleza, el amor al prójimo…); de la última, su influencia ha sido fundamental para entender cómo (y lo que) somos: la fascinación por la violencia, la degradación de la política y el ser humano, el odio, el racismo, el culto patológico a un Dios terrenal: el dinero…

Un ejemplo de esto es México, concretamente Querétaro y, todavía más concretos, el municipio de El Marqués:

Y, de pronto, todo el mundo se lleva las manos a la cabeza en una
muestra de indignación, miedo, impotencia…
En Querétaro, dice el discurso oficial, la huella del narcotráfico,
del llamado crimen organizado, indeleble como un tatuaje, no está
presente. Tal vez sea cierto; sin embargo, otro tipo de violencia se
ha destapado y desatado, y rompe, poco a poco, el frágil tejido social
local: la cultura de la muerte propiciada por el culto al dinero.
Llama poderosamente la atención que desde el año 2011, el municipio de El
Marqués haya sido nota principal en la sección policíaca de los
diarios locales: asesinatos, robos, violencia intrafamiliar,
alcoholismo, drogadicción, narco bodegas, suicidios…
Y los empresarios, y los políticos, todo mundo, llaman a restablecer
“la paz, el orden, la legalidad”. ¿Cuál la solución? Más policías.
Violencia que se ataca con violencia sólo genera más violencia. La
ecuación es sencilla pero contundente.
La cultura de la muerte llegó a El Marqués: el culto al dinero, toda
una forma de vida, basada en la perversidad, el odio, la rabia, está
provocando un desastre en la vida comunitaria del municipio referido.
Tal y como ocurrió con la decadencia del imperio romano; al igual que
aconteció en la cuna de Occidente, cuando sus habitantes (niños,
jóvenes, ancianos, mujeres y hombres), lloraban amargamente, y se
mantenían cabizbajos, y cuyas historias quedaron retratadas en las
famosas tragedias griegas; semejante a las guerras mundiales; similar
a las dictaduras que azotaron Centro y Sudamérica; así como pasó en
Auschwitz-Birkenau y Sarajevo, México y El Marqués, viven su peculiar
y gran tragedia: una clase política-empresarial insaciable y corrupta a
más no poder; una sociedad incapaz de reaccionar y
decir “¡Ya basta”!; infinita podredumbre por doquier…
De la tragedia griega a la tragedia del municipio de El Marqués hay mucha interconexión;
la principal: la miseria humana.
Como las explicaciones filosóficas, antropológicas, políticas, sociológicas, y
demás, ya no alcanzan para explicar nuestra decadencia, sólo queda
recurrir a la literatura.
¿Qué ocurre en nuestro país? ¿Qué pasó en otros años? ¿Qué pasa en El
Marqués? He aquí la respuesta:
“Dios existe, pero a veces duerme: sus pesadillas son nuestra existencia”.
¡Gran verdad, Maestro Ernesto Sábato!