e-cosmovisión
Texto: Joaquín Antonio Quiroz Carranza
Dibujo: Luis Andrés Quiroz Cantú
QUERÉTARO, 6 de marzo de 2018.- El lucro, la avaricia, el deseo de poseer cada día más, son la fuerza vital de la corrupción y de los negocios turbios, causa fundamental de la deshumanización galopante del ser humano. México, y particularmente Querétaro, ya sufre algunas de las catástrofes anunciadas en los textos sagrados: contaminación de suelo, agua y aire, daños a la salud humana, crimen organizado y desorganizado, robo y malversación, pero sí esto no fuera poco, los alimentos de todo tipo se ven afectados por sustancias químicas extremadamente dañinas, que no sólo perjudican la salud del consumidor directo, sino que el daño es tras-generacional, afectando a los hijos, nietos y bisnietos.
El clembuterol (Benzil alcohol, 4-amino-a-(t-butilamino) metil-3, 5 dicloro) es un anabólico prohibido por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), pero ampliamente usado en el estado de Querétaro y otros lugares de México. Esta sustancia se utiliza para lograr incremento de peso, fundamentalmente en el ganado bovino, y por ende una mayor ganancia. El problema es que al ser ingerida la carne o las vísceras, éstas sirven de vehículo para introducir la sustancia en el cuerpo humano, y por ser bioacumulable, se almacena y provoca diversos tipos de daño, entre los que se destacan sobrepeso e intoxicación, cuando esta ocurre los síntomas son: taquicardia, ansiedad, temblor, cefalea, rubor facial, hipertensión, entre otros.
La norma oficial NOM-061-ZOO-1999 prohíbe el empleo de clembuterol en la alimentación de los animales domésticos, así como su importación, comercialización, transportación y suministro. Esto implica que su uso y manejo representan un delito federal. ¿Por qué se usa el clembuterol?, porque es 10 veces más barato que los productos legales y mejora la utilidad monetaria de los ganaderos. La ganancia entre el peso inicial y final en cada cabeza de ganado es de aproximadamente 66 kg, con un menor consumo de alimento, debido a que el clembuterol provoca que el animal consuma más agua y la retenga en el músculo.
Para identificar objetivamente la presencia de clembuterol en carne de bovinos o de otro tipo de ganado se realiza análisis complejos en laboratorios especializados, pero de forma subjetiva la sociedad civil puede aplicar los siguientes criterios:
- Conocer la procedencia de la carne. Por ejemplo, es conocido que los ganaderos de los municipios de Ezequiel Montes y Cadereyta usan clembuterol, por lo que, en primera instancia, este sería un elemento para tomar decisiones sobre su compra y consumo.
- Debido a que la carne de animales tratados con clembuterol presenta un alto porcentaje de agua, una prueba doméstica para estimar su presencia es observar cuánta agua sale de la carne durante su proceso de cocimiento, si se observa una cantidad significativamente alta seguramente la carne contiene el químico mencionado.
- Otra prueba subjetiva es observar la coloración de la carne: se menciona que el color rojo en la carne es menos intenso cuando ésta presenta clembuterol.
- Una prueba fehaciente es aquella cuando se conoce casos de intoxicación en el área geográfica de residencia, o se sufre ésta. La intoxicación por clembuterol es evidente cuando después de consumir carne se manifiestan: taquicardia, ansiedad, temblores, dolor de cabeza, rubor facial, hipertensión, entre otros síntomas.
El capitalismo perfecto, teóricamente explicado por David Ricardo, Adam Smith y Jean_Baptiste Say, y analizado meticulosamente por Carlos Marx y Federico Engels, debe funcionar basado en las leyes del mercado: oferta, demanda y un sistema de información para que los consumidores puedan, con base en ella, elegir qué productos comprar, dónde y cuándo adquirirlos. El sistema de información es la llave mágica para que funcionen las leyes de la oferta y la demanda.
Si la sociedad civil en estrecha alianza con los desarrolladores científico-tecnológicos construye una aplicación informática que permita identificar la presencia de sustancias tóxicas en los productos agropecuarios, se elegiría y compraría solamente aquellos que no los presentarán, obligando a los productores a eliminar su uso.
Ya existen las bases teóricas y tecnológicas para desarrollar la aplicación informática mencionada, sólo falta el equipo humano que la desarrolle. Con esta aplicación se podría identificar la presencia de clembuterol en la carne, químicos en el agua purificada, en las frutas o verduras, etc., de tal suerte que si exceden los límites permitidos por las normas más estrictas podrían consumirse y si no simplemente se evita su adquisición.
El capitalismo realmente existente presenta deformaciones estructurales derivadas del comportamiento humano anómalo: avaricia, lucro, ansias de riqueza material, inexistencia de valores positivos. Para combatirlo hace falta retomar su llave maestra: la información. Ésta, junto con las aplicaciones tecnológicas, pueden (si se construyen y aplican correctamente) obligar a los productores de bienes y servicios a ofrecer productos de calidad, sanos y respetuosos con el ambiente, so pena de desaparecer del mercado.
