Por Alejandro Rodríguez
CIUDAD DE MÉXICO, 8 de enero de 2019.- A solo 106 días de que Claudia Mijangos Arzac, “La Hiena de Querétaro”, sea liberada, luego de permanecer 30 años encerrada por el filicidio de sus tres hijos, -aunque la sociedad queretana aún condena su crimen-, ella prepara escribir un libro con su historia.
LAS COMPILACIONES MÁS RECIENTES DE CLAUDIA MIJANGOS.
Aunque en un momento el abogado defensor de Claudia Mijangos, Julio Esponda Ugartechea, trató de inculpar a su ex esposo en el crimen, los exámenes neurológicos determinaron que la mujer padecía un trastorno mental orgánico.
El diagnóstico fue epilepsia del lóbulo temporal, acompañado de una perturbación de la personalidad tipo paranoide, por lo que se suspendió el procedimiento penal ordinario y se acordó aplicar una medida de seguridad de treinta años por el triple filicidio, la pena máxima contemplada en esa época.
El 23 de enero de 1992, fue trasladada del CERESO Femenil Sur de la Ciudad de México a Querétaro. Claudia Mijangos Arzac quedó recluida durante más de veinte años en el anexo psiquiátrico del Reclusorio de Tepepan.
Ahora se sabe que Claudia lleva un diario, con el que pretende escribir un libro al salir de la cárcel; tituló su historia “Identidad señora”. Según los testimonios de algunas enfermeras, cada vez que hay luna llena, es necesario encerrar a Claudia Mijangos en una celda especial, debido a que se torna muy agresiva.
Su padecimiento es incurable y es poco probable que, al salir, pueda rehacer su vida de alguna manera.
El llamado “Cazafantasmas Mexicano”, Carlos Trejo, mostró en un programa televisivo conducido por Adal Ramones, un video con la supuesta aparición de los hijos asesinados de Claudia Mijangos y una supuesta grabación donde los espíritus de los niños gritaban “¡No, mamá!”.
Se dijo que ella estaba viendo televisión en la prisión y le tocó ver la transmisión; tuvo una crisis nerviosa y tuvieron que sedarla. Permaneció bajo vigilancia médica por semanas.
Nadie ha reclamado la propiedad donde todo ocurrió; la casa pertenece a Claudia Mijangos, quien la adquirió en 1985. Muchas versiones afirmaban que dentro de la casa se escuchaban por las noches llantos y gritos, que se veían luces y sombras en el interior de la casa, y que un niño pequeño se asomaba a las ventanas.
Luego se dijo que salió de la cárcel y fue a vivir a Irapuato con su psicólogo con el cual tenía un romance en la prisión, lo cual es totalmente falso.
Su salida del penal sería el miércoles 24 de abril próximo, en plenas vacaciones de Semana Santa, por lo que ya existen interrogantes. ¿Quién se hará cargo de ella? Si su familia jamás la visitó.
Una tragedia que sin duda dejó una huella de sangre en aquel Querétaro tranquilo, pero que se ha quedado en los anales de la historia.
