Taxis amarillos de Querétaro, renovarse o morir, autorizan llegada de UBER

Armando Guerra V

QUERETARO, QRO.- 15 Octubre de 2016.- Desde hace cinco años Juan Nateras Luna  maneja un taxi amarillo.  No es dueño de la concesión, la renta, su auto ya no pasó este mes  el referendo porque es de modelo atrasado, “la verdad mi auto ya está viejito, ya no pasó el referendo, ya ni le he querido comprar llantas porque ya lo voy a sacar de ser taxi”, indica a VOZIMPARCIAL.

Así como el auto de alquiler de  Juan Nateras  circulan muchos taxis amarillos en la ciudad de Querétaro, los cuales operan en muy malas condiciones mecánicas, son modelos atrasados y en ocasiones se quedan en el viaje,  en cambio los de UBER son de modelos recientes.

La empresa UBER ya prácticamente logró el permiso estatal para comenzar a brindar servicio en la capital queretana, mientras el parque vehicular de taxis amarillos “ya ha pasado de moda”, ello en  medio de la  inconformidad de quienes traen un auto nuevo y no los dejan trabajar.

UBER un servicio con autos nuevos

Armando Baeza  empresario local, se inscribió en UBER como socio conductor, es decir, brinda sus servicios de chofer particular. Apenas hace de dos a tres viajes al día, comenta que va tranquilo, su intención no es hacerse rico.

“No me estoy haciendo rico pero ahí va, me gusta, me gusta lo que estoy haciendo y voy a continuar haciéndolo hasta que me lo permita UBER, no sé si más adelante pidan horas mínimas y todo eso, por el momento yo estoy muy bien y de mis compañeros no he conocido ninguna queja”.

Otros socios conductores realizan en promedio entre 10 y 15 viajes, con precios entre 55 y 70 pesos y en prácticamente la mayoría de los casos, hasta un 40 por ciento más económico que un taxi.

Enojo de los choferes del taxi amarillo

A Juan Nateras parece no molestarle mucho la incursión de la empresa UBER. Regularmente trabaja por las noches, aunque cuando hay “jale”, labora también durante el día a bordo de un automóvil color blanco y de modelo reciente. Señala que diariamente debe pagar 400 pesos al rentero de placas, ya que el automóvil en el cual labora no es de su propiedad,, y además parte de esa cuota es por el servicio de radio, donde de vez en vez le mandan trabajo.

“Nomás le pongo las vivas, me reporto a la base de radio, me pasan pasaje nada más, yo no jalo chueco. Hay quienes sí jalan chueco, yo no, pero lo que sí te digo es que si esos de UBER entran a trabajar, nos están quitando ya mucha chamba porque los usuarios prefieren viajar en auto nuevo”, reconoce.

Y así en esta competencia por el servicio público de transporte en su modalidad de taxi, se enfrascan en una férrea lucha entre los taxis amarillos tradicionales y la nueva empresa UBER.