Joaquín Antonio Quiroz Carranza
TEQUISQUIAPAN, QRO., 4 de enero de 2025.- Artemio nació en 1935 en Nueva Rosita, Coahuila. Pueblo minero que realizó la caminata historica contra la explotación laboral, en ella 5000 mineros con todo y sus familias marcharon desde Nueva Rosita, Coahuila hasta el entonces Distrito Federal, 1150 kilómetros de dignidad y lucha, entre el 20 de enero y el 10 de marzo de 1951 para exigir a la empresa imperialista norteamericana, dueña de las minas, mejoras laborales, la empresa se negó. Artemio en esa época tenía 16 años.
Durante ese movimiento minero, las mujeres de Nueva Rosita organizaron la Alianza Femenil Socialista que se enfrentó a la bayonetas de ejército mexicano.
El padre de Artemio fue minero y tempranamente él se involucró en actividades sindicales luchando contra la injusticia social. Tras la derrota del movimiento minero, los trabajadores se fragmentaron entre el empleo depauperado, la indigencia y la migración.
La familia de Artemio de trasladó a la CDMX en 1949 y él ingresa en 1950 a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” del INBA. Trabajó como asistente y modelo de David Alfaro Siqueiros, que junto con Diego Rivera y José Clemente Orozco son considerados los tres exponentes principales del muralismo mexicano, los tres vinculados al Partido Comunista Mexicano.
En 1962 Artemio se vinculó con el movimiento Nueva Presencia, pintores figurativos que impulsaron el estilo expresionista del cuál Orozco era parte.
Entre 1960 y 1970 Artemio realizó exposiciones en México, Los Angeles y San Francisco. A partir de 1977 y hasta 1999 reside en Laguna Beach laborando en la Laguna College of Art and Design. Desde el año 1999 reside en Tequisquiapan, Qro., su obra forma parte del acervo de diversas galerías, colecciones privadas y públicas, incluído el Museo de Arte Moderno de México.
Con 90 años, Artemio Sepúlveda, tarde a tarde, en alguna cafetería de la Plaza Hidalgo, Centro histórico, político y cultural de Tequisquiapan, comparte la charla con múltiples personas.
Entre sus obras resaltan: “Parias”, “Oración”, “La fuerza generadora del magnate”, “Horizontes” , “Homenaje a los niños de Pasta de Conchos”, “La Tragedia”, “El Duelo”, “Conchos de Duelo”, ” Minero herido”, “Familia minera”, “Minero poeta”, “La linterna olvidada” y muchas otras.
Artemio, institución cultural de Tequisquiapan, vive, charla, pinta y con esa energía infinita del luchador social, forma parte del colectivo de artistas que próximamente presentarán la colección “hornos ladrilleros” quienes, siguiendo el buen ejemplo de Frida Kahlo (1954), buscan visibilizar este complejo fenómeno de contaminación ambiental, daño a la salud humana y explotación laboral en los hornos ladrilleros artesanales del corredor Tequisquiapan a San Juan del Rio.
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