La Criminalización de Esmeralda

Por Miguel Nieto Escudero

SAN JUAN DEL RÍO, QRO., noviembre 03 de 2024.- “Venís de la Edad Media donde no habéis nacido, porque no sois del tiempo presente ni del ausente. Os mata una verdad en el caduco nido”: Los hombres viejos, Miguel Hernández (poeta).

El caso de la niña Esmeralda, pudiera parecer un asunto menor, una página más de las numerosas tragedias familiares de siempre, sin más fondo que un interés más bien morboso y de nota roja. Pero trasciende el ámbito y evidencia las rígidas y atrasadas instituciones de “justicia” y los inoperantes y primitivos “usos y costumbres” de los pueblos. Se otorga “justicia” inquisitorial a la niña de bajos recursos, indígena y socialmente abandonada, se recrimina a la menor de edad, quien sufrió una violación sexual, por abortar involuntariamente. La inquisición del medioevo actuaba de forma idéntica.

Este asunto reveló el atraso de la legislación Queretana en torno a la gestación de la vida y el respeto a la dignidad humana, en especial de las mujeres y particularmente de las menores de edad, y la rigidez de esa defensa primitiva, patriarcal y con una influencia definitiva del pensamiento religioso-inquisitorial.

En este fenómeno se condensa el pensamiento atrasado, patriarcal, medieval, inquisitorial de la derecha queretana, la misma que acude, domino a domingo a misa, de sus legisladoras y legisladores, acerca de la obligación de las mujeres a concluir la gestación, sin importar las condiciones de la concepción, pues para la derecha ésta es un acto divino, sin importar que haya sido obligado y violento, pensamiento que se traduce en que la mujer debe parir forzosamente, pues ella es la encargada de producir la mano de obra que requiere el capitalismo para producir todas las demás mercancías.

El tradicionalismo, de legisladoras y legisladores de derecha, tan soez, como los usos y costumbres de los pueblos, permite por una parte la existencia de una legislación tenebrosa, oscurantista, en lo que a justicia se refiere y un comportamiento comunal, también, medieval.

El tradicionalismo y conservadurismo “natural” del pueblo queretano, nombrado “usos y costumbres” lo aprovechan los legisladores y legisladoras de derecha en el corazón de las tinieblas, para interpertar conjunto de normas y leyes oscurantistas, clericalistas y reaccionarias.

La sociedad y el pueblo queretano conserva costumbres, tradiciones y normas que están fuera de tiempo, tales como la exacción del diezmo casi forzoso por parte de las parroquias sobre sus feligreses; bajar la cabeza al paso de los señores del dinero y poder, como manifestación de sumisión y obediencia del pueblo hacia los caciques, la tolerancia de la violación sexual de menores, siempre que una vez consumado el hecho, el hombre la tome como esposa y siempre que se casen por la iglesia.

El mundo rural y semi-rural queretano es costumbrista y tradicionalista, aunque no conservador ni de derecha. Pero hay de costumbres a costumbres, la aceptación tácita de la violencia sexual contra menores, la violencia intrafamiliar, la opresión patrimonial-económica de la mujer, la obligatoriedad de la mujer a gestar todos los hijos que dios le mande, la obligación de la mujer a realizar los quehaceres del hogar, deben ser criticados y condenados, por otra parte, costumbres como el trabajo colectivo deben ser reconocidos e impulsados.

Y definitivamente el conservadurismo del PAN y sus aliados, es inquisitorial y reaccionario, un mundo tenebroso de leyes y normas legislativas reaccionarias.