Joaquín Antonio Quiroz Carranza
La calaca viene y grita:
“Señor, señora, ponga atención:
si no quiere estar en el panteón,
deje usted de ser tragón”.
Aceptado como definición de salud la descrita por la Organización Mundial de la Salud, de que dicho estado, no solamente significa la ausencia de enfermedad, sino “el equilibrio de las condiciones económicas, sociales, mentales y emocionales” de cada individuo. Y asumiendo como enfermedad el significado etimológico de dicha palabra que deriva del latín “infermis”, es decir, sin firmeza, esto es: el estado enfermo del individuo significa que no tiene suficiente apoyo o soporte. Por lo que sí las condiciones de vida del individuo no satisfacen sus requerimientos para crecer, desarrollarse y ser feliz consigo mismo, con el prójimo y estar en armonía con la naturaleza, dicho individuo presentará un estado enfermo.
Y en este embrollo ¿qué tiene que ver el dinero?, el dinero, sólo es un símbolo, un equivalente mercantil, en esencia el dinero representa la cantidad de energía biológica, llamada trabajo, necesaria para transformar un recurso natural en una mercancía y realizarla o venderla, y obtener más dinero.
En esencia el dinero es el equivalente mercantil que se intercambia por horas de vida biológica y que se denomina sueldo o salario. Lo terrible y cruel, es que toda persona asalariada, sea su trabajo físico o intelectual, solamente recibe una parte de la riqueza generada con su esfuerzo, el resto, la mayor parte se la queda el que compra su fuerza de trabajo: el patrón, el capitalista, el latifundista, el dueño de los medios de producción.
Todo trabajo, esfuerzo físico o mental, implica un desgaste, una disipación de energía o entropía del organismo, si éste desgaste no es reparado con una buena alimentación, descanso, recreación, esparcimiento y felicidad, paulatinamente los órganos y tejidos del organismo presentaran fallas en su funcionamiento, dando avisos, como pueden ser, desde un dolor de cabeza, una erupción, una inflamación “sentirse estresado”, deprimido, con ansiedad o cualquier otra expresión, sí esta situación no es atendida oportuna y adecuadamente la enfermedad se trasmutará en crónica o grave.
Para recuperar y conservar la salud se debe comprender lo anteriormente dicho, esto es que las causas de toda enfermedad son las condiciones socioeconómicas injustas y la opresión emocional, obviamente la atención médica convencional se dirige a los síntomas, nunca a las causas, por ello jamás recuperará la salud de los individuos.
Desde la antigüedad y a lo largo de la historia los grandes pensadores que han tocado el tema de la salud y la enfermedad han llegado siempre a la misma conclusión: solamente a través de lo que se denomina un estilo de vida sano, esto es una buena alimentación, descanso, recreación, esparcimiento y felicidad, es como el individuo puede recuperar y conservar su salud.
Entonces el valor económico de toda mercancía representa esfuerzo, trabajo robado por el capitalista, y al comprar esa mercancía, se paga con esa parte que nos dejo el capitalista. El consumo suntuario, la adquisición de cacharros, la mercadotecnia, no son más que partes de ese sistema devorador de sangre, sudor, dolor y vidas humanas.
La mayoría de los difuntos, sino todos, fueron devorados por un sistema socioeconómico injusto, celebremos la muerte, con vida, con salud, sin entropía, sin derroche de dinero, pues este es resultado de la venta de nuestra vida y libertad, a menos que se tenga prisa por que coloquen nuestra imagen en el altar del Día de Muertos.