Por Joaquín Antonio Quiroz Carranza
SAN JUAN DEL RÍO, QRO., septiembre 30 de 2024.- Mirar, a través de las letras de John Steinbeck los rostros y sus miradas, percibir los sentires y saberes, compartir las emociones de las personas a las que el naciente imperialismo arrancó sus tierras y los lanzó como parias asalariados, como esclavos despojados de toda esperanza, nos hace andar por “el sedero de los que huyen” buscando una pequeña esperanza, soñar con recuperar la tierra, volver a sentir su textura, su olor, alegrarse con la lluvia que moja la tierra y hace crecer las plantas, fuente de todo alimento.
“Las uvas de la ira”, parece una novela, y en estricto sentido lo es, pero es más que ello, es un tratado de economía política, pues, sin las pretensiones técnicas de esta disciplina científica, describe perfectamente los procesos que dieron paso para que el capitalismo industrial se transformara en imperialismo, sistema que en el caso del norteamericano, uno de sus primeros grandes zarpazos fue arrancarle a México más de la mitad de su territorio, vastas superficies ricas en tierras cultivables, petróleo, oro, bosques y muchos más recursos naturales, los cuales extrajo y extrae utilizando la mano de obra esclava de hombres, mujeres, niños y ancianos de todos los confines de la Tierra.
John Steinbeck fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1962 por esta novela, misma que recibió también el Premio Pulitzer, su autor fue corresponsal de guerra y escribió diversos ensayos, novelas, artículos y otros textos. “Las uvas de la ira”, es sin duda magistral, nos sólo por lo que dice y el como lo escribe, sino sobre todo por lo que no dice, ni escribe, pero que trasmite de forma invisible: sueños, esperanzas, emociones de quienes fueron arrancados de sus tierras y convertidos en esclavos sin saber porqué, sin identificar al culpable de su desdicha.
La lucha por recuperar la tierra, sustrato de toda la vida y conexión estrecha con lo esencial es añeja, ancestral. La avaricia, ese deseo vehemente de poseer más y más riqueza, es la patología más perjudicial que la humanidad desarrolló en algún momento de sus avatares y posibilitó la construcción de modos de producción donde los pocos explotan, conquistan y someten a los más: esclavismo, feudalismo, capitalismo, imperialismo, neoliberalismo.
Las uvas de la ira, apareció en 1939, y hoy en 2022 se mira tan vigente, pues los fenómenos allí descritos ocurren todos los días en todos los rincones del planeta, la voracidad imperial se muestra en el reciente Golpe de Estado en Perú contra el presidente Pedro Castillo o el realizado contra Evo Morales, o los intentos por desestabilizar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, porque detrás de todo ello esta ese deseo, ese interés económico, esa patología, locura desenfrenada de los propietarios de los grandes capitales por seguir acumulando riqueza. Ayer fueron las tierras en lo que se conoce como Estados Unidos de Norteamérica, hoy es el litio de Perú, el cobre de Chile, las inmensas riquezas de México. Mientras eso continúe “Las uvas de la ira” será una lectura recomendable y obligatoria para quienes deseen comprender las entrañas del imperialismo. Más Información al Cel. 442 3775127.
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