Por Joaquín Antonio Quiroz Carranza
SAN JUAN DEL RÍO, QRO., septiembre 24 de 2024.- El llamado “bandido” por el dictador Porfirio Díaz, Catarino Erasmo Garza Rodríguez, nació en Matamoros, Tamaulipas, en 1859 y con sólo haber cursado la secundaria y un gran sentido de justicia, se hizo periodista, no sólo porque escribió múltiples textos sino también por que fundó diversas revistas y periódicos, fue precursor de la Revolución Mexicana y el pueblo lo consagró como uno de sus héroes.
“El Bien Público”, “El Comercio Mexicano”, “El Libre Pensador” y “El Internacional”, son algunas de las revistas y semanarios que publicó y cuyos textos condenaban la dictadura de Porfirio Díaz, lo que le valió que el dictador lo persiguiera y hostilizara de mil maneras. Como alzado y con tácticas guerrilleras impulsó las primeras acciones armadas en contra de la dictadura porfirista. Con una oferta del dictador entre 30 mil y 300 mil pesos a quien lo capture, vivo o muerto, el acoso del ejercito y la presión de la caballería norteamericana, los enfrentamientos y escaramuzas se incrementaron, al grado de que la prensa norteamericana dio a entender que el gobierno de Porfirio Díaz, estaba próximo a derrumbarse.
Según datos del propio Catarino Garza, en 1891 su fuerza militar estaba integrada por 63 comandantes, 186 oficiales y 1043 soldados que luchaban contra tres frentes: la dictadura porfirista, el ejercito federal norteamericano y los rangers.
Ante la feroz embestida de las tres fuerzas militares para capturarlo y asesinarlo, Catarino huyó por mar a Jamaica y de allí paso a Costa Rica donde conoció al héroe cubano Antonio Maceo y también a José Martí, allí, en la llamada “Internacional Revolucionaria” reconoció que estaba resuelto a entregar su vida por la libertad de México, Cuba, Colombia o cualquier otro país latinoamericano.
Al frente de las fuerzas internacionalistas, en las que ya se encontraba inmerso Catarino Garza, estaban el caudillo ecuatoriano Eloy Alfaro, el dirigente de la independencia de Cuba José Martí y el presidente nicaragüense José Santos Zelaya, además de Antonio Maceo y otros más quienes compartían la idea de la independencia de Cuba, de las reformas liberales profundas, la reconstitución de la Gran Colombia, como pasos iniciales para retomar el ideal bolivariano de una Confederación de Estados Sudamericanos como contraparte de la creciente influencia de los Estados Unidos.
En 1895, al frente de una incursión contra el cuartel militar y de la policía de Puerto Bocas del Toro, Panamá, Catarino Garza, murió en combate al ser alcanzado por dos tiros simultáneos. Fue sepultado en fosa común, junto con Pereira Castro y tres de sus compañeros.
Los restos de Catarino Garza fueron recogidos este año de 2024 en el Puerto Bocas del Toro, Panamá por una comisión de expertos mexicanos por petición expresa de Andrés Manuel López Obrador y llevados a su natal Matamoros, Tamaulipas, donde será colocada una estatua de bronce para recordar a quien, en palabras de AMLO, representa el Che mexicano, un héroe que permaneció en el anonimato por muchos años, como muchos hombres y mujeres que han ofrecido su esfuerzo, bienes y vida en aras de la independencia, la soberanía y la unidad latinoamericana.
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