Descubierta una enorme masa metálica bajo el suelo de la Luna

Por Nacional Geographic

CIUDAD DE MÉXICO, QRO., 12 de junio de 2019.- Se encuentra enterrada en la cuenca Aitken, que con 2.500 kilómetros de diámetro y 13 de profundidad, situada en el polo sur del satélite, alberga el mayor cráter de impacto del sistema solar.

Si hablamos de récords, la cuenca Aitken en la Luna, más concretamente en polo sur de su cara oculta, con 2.500 kilómetros de diámetro y 13 de profundidad, ostenta el de albergar el cráter de impacto más grande de la Luna y hasta la fecha, uno de los más grandes del sistema solar.

Incluso el cráter más extenso que podemos encontrar en la Tierra, el cráter de Vredefort, cerca de Johannesburgo, en Sudáfrica, con un diámetro de 300 kilómetros, empequeñece a su lado.

Por sus dimensiones y origen, el cráter Aitken ha sido uno de entes geográficos que más curiosidad han despertado en los científicos desde que se tiene conocimiento de su existencia. De hecho su observación y estudio ya se encontraba entre los objetivos de la misión Apolo 17 que sobrevoló la cuenca Aitken en diciembre de 1972.

De este modo, desde que fuera descubierto en 1962, varias son las misiones, como las sondas Galileo -1990- y Clementine -1996- que tuvieron el cráter Aitken como objeto de estudio. Hoy sin embargo, un nuevo hallazgo ha vuelto a centrar la atención de astrónomos y geólogos en este accidente geográfico lunar.

Una enorme masa metálica lunar

Se trata de una enorme masa metálica enterrada, y del tamaño de dos veces la isla de Sicilia, hallada bajo la superficie de la cuenca. El hallazgo realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Baylor, en Texas, Estados Unidos, se ha dado a conocer en artículo titulado Deep Structure of the Lunar South Pole‐Aitken Basin , el cual se publica esta semana en la revista especializada Geophysical Research Letters.

Así, la enorme estructura, fue descubierta gracias a los datos recogidos por la misión GRAIL -Gravity Recovery and Interior Laboratory- de la NASA. Cruzando estos datos con los obtenidos por la Lunar Reconnaissance Orbiter sobre la topografía lunar, los científicos pudieron inferir tanto el verdadero grosor de la corteza del cráter como la densidad real del manto, revelando el extraño exceso de masa subterránea.

La explicación más plausible que barajan los científicos para la existencia de esta anomalía, reside en que dicha masa metálica procede del asteroide que formó dicho cráter al impactar contra nuestro satélite.

Según la teoría, esta habría permanecido suspendida en la superficie de la Luna hasta el día de hoy, en lugar de haber subducido hacia el interior del satélite.

Otra posible explicación, asocia su existencia a los procesos de oxidación que tuvieron lugar durante los últimos estadios de formación de nuestro satélite, cuando la Luna era aún una enorme bola de magma.

Con información de Nacional Geographic.