Los árboles: enemigos públicos número uno en Querétaro

Por Jorge Coronel

QUERÉTARO, QRO., abril 10 de 2019.- Los científicos de muchas partes del mundo lo han advertido desde hace algún tiempo: el cada vez más cercano año de 2030 está considerado como el punto de inicio para una catástrofe global debido a la deforestación, escasez de agua, sequías, etcétera (más información: https://www.bbc.com/mundo/noticias-45785972).

A contracorriente de este aviso, en Querétaro las autoridades hacen caso omiso y continúan dando permisos a diestra y siniestra para la construcción de gigantescos fraccionamientos de interés social (?) y para la instalación de empresas especializadas en varias ramas.

Pero también son parte directa en cuanto a la destrucción de la poca naturaleza que queda en la ciudad capital queretana: el ejemplo más reciente es el anuncio de que se “trasplantará sólo el 10 % de los árboles “( Romy Rojas Garrido dixit) existentes en la avenida Zaragoza para dar paso a la instalación de ejes estructurantes para el deficiente servicio de transporte público.

Al momento de escribir estas líneas la temperatura ambiente es insoportable: tremendo calor propiciado porque, entre otras cosas, en el municipio capitalino ya quedan pocos árboles que mitiguen las altas temperaturas.

El fatídico año de 2030 está a la vuelta de la esquina y Querétaro aporta alegremente su cuota al permitir la destrucción de los árboles. Vamos alegremente rumbo al desastre.

En Querétaro los enemigos públicos número uno no son el huachicolero, tampoco un narcotraficante, menos un funcionario corrupto: son los árboles.