¿En Querétaro existen ciudadanos de primera, segunda y tercera clase? El gobierno lo etiqueta

Por Jorge Coronel

QUERÉTARO, QRO., 9 de abril de 2019.- La recompensa de un millón de pesos ofrecida por la Fiscalía General del estado de Querétaro para quien proporcione información sobre las personas que presuntamente asesinaron a dos personas de edad avanzada y pertenecientes a la clase social privilegiada de nuestra entidad (ver: http://vozimparcial.com.mx/2019/04/09/ofrecen-millonaria-recompensa-por-localizar-a-dos-asesinos-en-queretaro/55337/), tiene la marca de que para nuestros gobernantes locales hay ciudadanos de primera, segunda, tercera y hasta cuarta clases.

Ante el escándalo mediático propiciado por el dramático suceso, y ante el enojo de esa parte privilegiada de la clase social queretana, a los actuales gobernantes (que también pertenecen a esa clase privilegiada) no les quedó más remedio que salir a rueda de prensa y ofrecer la millonaria recompensa.

En lo que fue un fin de semana sangriento en la ciudad capital y zonas circunvecinas, para los actuales gobernantes y la gran mayoría de los medios de comunicación el asesinato de dos personajes de la clase alta queretana tiene más repercusión e importancia que las ejecuciones de otras personas acontecidas en colonias populares del municipio capitalino.

Para quienes asesinaron a gente de clase alta todo el peso de la ley y millonaria recompensa. Para quienes asesinaron a personas sin privilegio alguno, ni una sola mención. Para la gente ejecutada, el olvido. La ley no es pareja.

Los estudiosos de la ciencia política seguramente tendrán, con este caso, mucho material de donde cortar. Y es que aquí hay un tufo que raya entre la oligarquía y la plutocracia: es decir, grupos selectos que sólo ven por ellos, por su linaje, por su dinastía.

¿Y los individuos de a pie, el pueblo, la muchedumbre? Ésos no cuentan mucho. ¿Para qué nacieron no adinerados?

La triste realidad del Querétaro que vivimos, ¿no cree usted?