Por Ricardo Ortiz
CIUDAD DE MÉXICO, 1° de abril de 2019.- En 2014, Carmen Sánchez decidió separarse del padre se su hija; “él no aceptó que ya no estuviéramos juntos y decidió agredirme con ácido“, relata.
El ataque provocó que perdiera la piel en el párpado, la cara, el cuello, el pecho y el brazo, por lo que tuvieron que colocarle injertos.
Sin embargo, afirma que la atención recibida no ha sido la adecuada.
Por El Heraldo de México