Comer carne de perro, añeja tradición de pandilleros del Barrio de San Francisquito

Por Armando Guerra Vázquez

Querétaro, Qro.- 22 diciembre de 2017.-La banda integrada por pandilleros y autodenominada “Los Ramos”,  surgida en el siglo pasado en el corazón del popular Barrio de San Francisquito, era parte de una estructura pequeña de organización criminal que por mucho tiempo hizo de la antigua ciudad de Querétaro; su coto de caza.

Según datos recabados por “antiguos” miembros de aquella pandilla, se sabe que quienes la integraban, acostumbraban “celebrar” sus fechorías mediante la organización de una gran convivencia, donde el platillo fuerte era la carne de perro.

Sorprendentemente, cada año, “Los Ramones” acostumbraban a matar canes y comérselos durante las tradicionales  fiestas del día 20 de Noviembre; los cabecillas de aquella tradicional pandilla estaban identificados como “El Mona” y “El Ringo”, sujetos muy peligrosos que incursionaron en la poca delincuencia que en ese entonces existía en Querétaro.

La carne de perro, principalmente de la raza “Rottweiler” y “Pit Bull, eran las favoritas de los pandilleros de este popular barrio localizado a un costado de La Alameda, según narran los antiguos pobladores de la calle 20 de Noviembre que algunos jóvenes un tiempo se dedicaron a criar perro para luego comérselos en las fiestas patronales.

A diferencia de las grandes organizaciones criminales, la banda de “Los Ramones” delinquía de una manera temporal y circunstancial, pues no poseían objetivos claros, además de carecer de disciplina, sus integrantes en la mayoría fueron malandrines pequeños, aquellos que, comúnmente buscaban dinero para comprar su pvc.

Esta es pues la zona de San Francisquito, lugar donde nació la Banda de “Los Ramones” una de las pandillas más peligrosas que existieron en el antiguo Querétaro y que cuyos integrantes acostumbraban a comer carne de perro.