Hacen huir a Pancho

Por Sergio Arturo Venegas Alarcón

QUERÉTARO, QRO., 2 de mayo de 2016.- Al grito de “¡vámonos!” huyeron el gobernador Francisco Domínguez y su gabinete a media parada obrera de este domingo, cuando arreciaban las protestas de los trabajadores y volaban las cachuchas de los profesores sobre el presidium, a pesar del enérgico círculo policíaco.

Pasaditas de las ocho de la mañana llegó el mandatario al crucero de Zaragoza y Corregidora, punto de encuentro con los líderes sindicales, entre ellos Carmela Mancha de los burócratas estatales, primeros en gritar consignas e insultos en contra de los principales.

Ellos, junto con los maestros de la Coordinadora y miembros de la agrupación Francisco Villa interrumpieron tres veces el desfile –frente al templete de San Francisco- con gritos futboleros, como el clásico ¡eeeeh, P…!, el reclamo: “mentira, dijeron que todo cambiaría y es la misma porquería” y la acusación: “esos son, los que roban la nación”.

¡Huelga, huelga, huelga! Decían a coro.

Y nos dieron las diez y las once, entre gritos, pancartas, mojigangas y un ataúd cargado por los profesores, hasta que cayó la primera cachucha en la cara del dirigente estatal del SNTE, sentadito al lado del mandatario estatal, y se decidió –hecho inédito en la vida política de Querétaro- la huida.

A zancadas escapó Francisco Domínguez Servién en medio de una nube de policías y colaboradores, como los secretarios de Gobierno, Finanzas, Educación y Trabajo, Juan Martín Granados, Manuel Alcocer Gamba, Alfredo Botello y José Luis Aguilera, pálidos y desencajados todos.

Subieron por el andador de 5 mayo, perseguidos por activistas magisteriales que entre empujones y jaloneos trataron de impedirle el acceso a la Secretaría de Gobierno, custodiado por ayudantes y el titular de Desarrollo Agropecuario, Tonatiuh Cervantes.

El desorden y la confusión era total.

¡Cobarde! ¡Cobarde! Gritaban frente a las oficinas gubernamentales.
Mientras tanto, frente al Jardín Zenea se disolvía la marcha obrera y se desperdigaba la mayoría del público, mientras integrantes de organizaciones sociales y trabajadores municipales tomaban el templete y colocaban una gran manta en letras rojas y negras con la consigna “Querétaro en pie de lucha”.

“No hacen su trabajo, no escuchan; quisieron controlar el desfile” se quejaba Pablo González Loyola, dirigente de la agrupación Felipe Carrillo Puerto, quien en 30 años de participar en estas manifestaciones nunca había visto algo igual.
Igual Abraham Hernández, empleado del área de Parques y Jardines de la capital lamentaba la suspensión de la marcha, porque ellos venían detrás para protestar por la privatización de los servicios, ignorando que el presidente municipal Marcos Aguilar Vega no asistió.

Le pidieron que no estuviera para no enardecer a la gente, confió el colega de una agencia informativa, pero ni falta hizo, porque las cosas se pusieron color de hormiga, de todos modos.

Por poquito se salvaron.

J. Cruz Araujo, el nuevo secretario general de la CTM, dio la voz de alerta: ¡Vámonos!
Y es que los profesores de la Sierra, instalados frente al presidium, decidieron no moverse de ahí y junto con los del colectivo Francisco Villa cerraron la calle de Corregidora.
De nada valieron los insistentes llamados del maestro de ceremonias a desbloquear y permitir que los demás sindicatos expresaran “sus justas demandas”.

Uleeeeros, gritaban.

Más de media hora después hicieron un pasillo por donde circulaban en fila india los disciplinados. Imposible así. Y peor cuando comenzaron a quemar pancartas y a lanzar cachuchas a los principales.

¡Vámonos! Insistió Araujo. Y se fueron, entre pitos y abucheos. Inédito. El gobernador en fuga. Y todo el gabinete.

El dios Anubis los miró pasar frente al Museo de los Conspiradores y penetrar con dificultad a la Secretaría de Gobierno que cerró sus puertas inmediatamente. Lo nunca visto, coincidió el columnista Andrés González Arias. Los reporteros montaron guardia al lado de la exposición de Tutankamon.

¿Qué se hace en estos casos?

Alberto Espinosa, de la coordinación de prensa, no sabía aún si habría o no comunicado oficial, conferencia de prensa o nada.

Lupita Arcos, de Integra 92.Siete iba y venía.

-Dicen que habrá conferencia de prensa a las 12.10 en el Salón Gobernadores.
Y sí.

Ahí reapareció el mandatario estatal, acompañado de los dirigentes cetemistas J. Cruz Araujo, el del consejo salvador, Ceferino Ramírez Olvera y Miguel Rodríguez, además de Francisco García, de los telefonistas. También se sentaron con Francisco Domínguez el secretario de Gobierno, Juan Martín Granados que hoy no le cambió el nombre a nadie, el jefe de la Oficina de Gobierno Luis Bernardo Nava que la hizo de moderador y el del Trabajo, José Luis Aguilera, que no habló para nada.

Los líderes le manifestaron su solidaridad al jefe del Ejecutivo, lamentando el incidente. “Usted era nuestro invitado de honor, pero ya habrá tiempo de celebrar” lo consolaron.
Frente a la prensa, J. Cruz Araujo asumió la responsabilidad de haber suspendido el desfile. “Ya habían comenzado las provocaciones”.

Cuenta con los trabajadores, sentenció el eterno Miguel Rodríguez, que llegó como delegado en tiempos de Antonio Domínguez Trejo (qepd), se siguió con Ezequiel Espinoza Mejía (qepd) y aquí está, solidario, amigo.

Ceferino Ramírez (Pérez le renombró Nava) fue más didáctico: no es un desfile de escuelitas, ya sabemos, pero tampoco se pueden aceptar los insultos. Sí hay que señalar errores y que el jefe vea quién no está haciendo su chamba y le jale las orejas o los cambie.
Cerró el gobernador agradeciendo la invitación al desfile.

Y con la pena: Yo vine a escuchar. Todos serán escuchados y atendidos. Hay respeto a la libertad de expresión. Por eso, aseguró, Querétaro es líder en economía y paz laboral.
Dicho esto y sin dar oportunidad a preguntas, se levantó de la mesa y todavía se dio tiempo para tomarse fotos con Cruz Araujo.

Ya se iba cuando este reportero le pidió su opinión sobre las demandas de sus trabajadores en contra de la ley de jubilación.

-Desde cuándo se aprobó y hasta ahora se quejan. Esto tiene que ver con el próximo cambio de dirigente sindical, en julio. Están desinformados. Yo tengo que cuidar el dinero para servirle a todos los queretanos. Gracias.

Y ¡vámonos!

Concluía el peor día del Gobierno de Francisco Domínguez, con la suspensión del desfile obrero, el primero de su sexenio.

Y la huida del mandatario.

Con información de PLAZA DE ARMAS.