Por Toño Castillo
PEÑAMILLER, QRO., 3 de diciembre del 2015.- Son muchas las irregularidades que denuncian habitantes y trabajadores de la actual administración encabezada por la alcaldesa Margarita Hernández, iniciando con que son varios los trabajadores que demuestran descontentos al proceder de las autoridades que lideran los destinos de los peñamillenses, como la realización de los eventos, los cuales “no tienen ni pies ni cabeza”, según dicen y deja al descubierto la falta de planeación en cada uno de los importantes eventos que año con año se llevan a cabo; asimismo la politización en cada uno de ellos, deja el descontento a la ciudadanía en general.
Por otro lado, se considera un retroceso en la corporación policíaca del municipio, al reubicarla de las oficinas de la Dirección de Seguridad Pública a las instalaciones de la Central Camionera, lo cual se argumenta que se pretenden ahorrar 8 mil pesos al mes por el pago de renta de las oficinas anteriores y pone al descubierto la falta de sensibilidad de las nuevas autoridades, ya que los espacios no fueron hechos para albergan a una corporación de esa magnitud, lo que dificultará la operatividad de la misma.
La falta de seriedad en la coordinación del deporte, la cual es encabezada por el C. Joel Reséndiz Reséndiz, quien programó y promocionó por diferentes medios la realización del primer torneo de fútbol 7, lo dejó colgado, como a los equipos que estaban inscritos para participar en él esperado torneo, esto deja ver que no tienen la seriedad necesaria para encabezar una coordinación del deporte en el Municipio.
Finalmente y como en otras administraciones queretanas, falta liquidar a poco mas de 50 gentes que laboraban en la pasada administración, quienes comentan a este medio que los supuestos ahorros no existen, pues cambiaron de proveedores de otras partes del estado y por consiguiente más caros, lo que los mantiene inciertos en cuanto al recurso que merecen; lo anterior comentado por varios quejosos y afectados por estas situaciones citadas, quienes por miedo a represalias prefieren el anonimato.