Querétaro Norte

Por Francisco Bonet

JALPAN DE SERRA, QRO., junio de 2019.- La remoción del cargo de Adriana Rubio del Instituto Municipal de la Mujer en Jalpan de Serra, cimbra los pobres cimientos en los que está edificada la política interna del Gobierno de Chely Amador; merece atención especial e inmediata para analizar por qué el sacrificio de este peón en este enmarañado juego de ajedrez, pues cambia el futuro inmediato y muy seguramente el futuro político de muchos al interior de la política priista jalpense.

Vayamos pues a intentar descifrar como un valiente brigadista de “zapatos prestados” asesta uno de los golpes más relevantes de los muchos que ha recibido la presidenta Chely y apaga otro tipo de fuego, uno visiblemente pequeño, pero de tal magnitud que incineraba las venas de la política interna en el municipio de Jalpan de Serra.

Bienvenido a esta nueva columna, un espacio relativamente pequeño pero con intenciones enormes, cuyo propósito será llevar aquella información que difícilmente se cuenta.

Trataremos, en conjunto con su valiosa participación, analizar a qué conduce la política en la Sierra Gorda del Estado de Querétaro, cuya enorme dimensión geográfica solo es superada por el interés legal y propio de muchos aquellos que ven a esta zona como un mapa meramente electoral.

Adriana Rubio no es más que otra funcionaria más, llegada por el triunfo electoral de Chely Amador en las elecciones pasadas, una funcionaria de la que no se esperaría mucho, una carta más que se barajeó en los acuerdos internos donde “el estira y afloja” fue la constante.

Adriana Rubio llegó a su posición gracias al poder que se le confirió a su hermana Juliana Rubio, quien en este momento es la verdadera perdedora de este juego político. ¿Y quién es Juliana Rubio?, hasta hace poco más de una semana, era la sucesora favorita de la Presidenta Municipal, era ella en quien se pondrían todas las apuestas para lograr lo imposible, recuperar un segundo trienio para el Partido Revolucionario Institucional en la joya de la corona serrana, Jalpan de Serra.

Hoy, Juliana Rubio pierde puntos, pierde credibilidad y lucha incansablemente para que su hermana Adriana pueda permanecer en la nómina de la Presidencia Municipal, sabe que si logra que su hermana no sea alejada de los quehaceres del Ayuntamiento, se anota un triunfo más y sabe que el costo político, el malestar público se volcara en contra de Chely Amador si ésta no hace lo que, lógicamente, está predestinado:

Retirar a Adriana Rubio de todo lo que tenga que ver con política y servicio público en lo que resta del trienio. Juliana sabe perfectamente que nada está perdido, como alumna de Hugo Cabrera, tiene las tablas necesarias en política y sabe revertir daños, es por ahora la más lucida y mejor preparada en política de todos aquellos que se sienten funcionarios en la Administración, es ella la que ya ha motivado cambios forzados al interior del Ayuntamiento, quien no crea lo anterior, subestima y por mucho las capacidades de negociación de ésta joven.

Pero el que Juliana sea capaz en política, no la capacita en desarrollo funcional del noble servicio público y es aquí el punto que denota la falta de atención más relevante del actuar de Juliana Rubio, no es lo mismo quitar funcionarios incomodos que reconocer que su hermana cometió el primer pecado capital de la política moderna, pues fue expuesta en las benditas redes sociales y al momento de escribir ésta columna no se había expresado ninguna postura de ninguna lado que tenga que ver con el suceso de la ya nombrada “Lady Botas”. Por el otro lado los que se sienten ganadores son aquellos que se ven, que se sueñan dirigiendo el municipio de Jalpan,

Desarrollo Político, SMDIF y Secretaria del Ayuntamiento, son los espacios que ondean banderas de satisfacción, los funcionarios que las manejan ven mermadas las poderosas manos que todo lo pueden en la administración de Chely, incluso si me permite añadir algo, en la Secretaria del Partido Revolucionario Institucional Municipal también existen rostros felices por lo acontecido. ¿Pero y nuestra Presidenta? ¿Será éste el despertar que necesita? ¿Entenderá el mensaje que delegar tanto no es tan redituable y que raya en la irresponsabilidad? La historia del apaga fuegos voluntario, el hombre que un día se ‘envalentonó’ y decidió luchar contra la marea ardiente que consumía los preciosos bosques, que no sabía que su lucha concluiría en un claro beneficio para los ciudadanos jalpenses, será recordada un buen rato y puede dar para mucho más.

Y es que éste modesto pero valiente brigadista cimbró la endeble estructura política en el Ayuntamiento y obligó a la Presidenta de Jalpan a salir de esa burbuja donde cómodamente yacía placida, creyendo que la grandeza sólo está en su pueblo y créame cuando le decimos que ésta situación es benéfica para todos, pues se le confirió a Chely Amador ser Presidenta de Jalpan, no en convertirse en árbitro de un juego de vencidas al interior de su Administración.