Por Luis Ávila
QUERÉTARO, QRO., 1° de mayo de 2018.- A menos de un año que Claudia Mijangos Arzac deje el Hospital psiquiátrico de Tepepan, nuevamente el “caso MIJANGOS” atrapa la atención de la ciudadanía queretana al conocer que saldrá en libertad la también conocida como “Hiena de Querétaro”.
Basta recordar que Mijangos Arzac en un aparente estado de locura mató a puñaladas a sus tres hijos en su vivienda de la calle Hacienda del Vegil 408, en Jardines de la Hacienda de esta capital.
Eran tiempos en que Querétaro era una ciudad apacible, 24 de abril de 1989, cuando Claudia Mijangos aquella madrugada dio muerte a sus tres hijos: Claudia María de 11 años de edad, Ana Belem de 9 y Alfredo Castaños Mijangos de 6.
En aquel entonces el médico perito Leopoldo Espinoza Feregrino explicaba que la muerte de los tres pequeños había sido por choque hipovolémico, que se debe a la pérdida de sangre, y sí, se habían encontrado al menos 9 litros de sangre esparcidos entre toda la escena del crimen.
“Tenían un patrón muy semejante de lesiones, dos heridas por instrumento punzo cortante en la cara anterior de tórax, a nivel esternal y dos en la cara posterior de tórax en los espacios inter escapulo vertebrales”, concluyeron los peritos, lo que indica que además de haber sido apuñalados en el pecho, Mijangos volteó a sus hijos para seguir apuñalándolos por la espalda, uno a uno.
Pero fue al niño a quien Claudia le asestó las estocadas con más saña, a grado tal que logró amputarle su mano izquierda, mientras que a Ana Belem no logró amputarle ambas manos aunque sí lo intentó en repetidas ocasiones.
A la mayor, Claudia María, solo se le veían los cortes en ambas muñecas, cortes que incluso se apreciaron en las manos de la misma Claudia Mijangos, pero ésta no murió, seguía viva para encarnizar la más cruenta historia que pareciera sacada de una novela de terror.
Al cumplir sus 30 años de condena, Claudia Mijangos pedirá a sus familiares la lleven al mismo sitio donde fue a dormir a sus pequeños aquella trágica noche, pues para ella, sus niños aún permanecen dormidos, se le oye decir en la clínica de Tepepan.
IMÁGENES FUERTES…
IMÁGENES REALES…
MUY FUERTES…
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