FOTOS: Del exilio a la desvergüenza de Oscar Rodríguez en Jalpan

Por Nicolás Fuente

JALPAN DE SERRA, QRO., 26 de diciembre de 2017.- Cuando no se tiene “IDEOLOGÍA, PRINCIPIOS o VERGUENZA”, se cae en la desfachatez de pintarse de colores o brincar de partido en partido, es lo que distingue al LIC. OSCAR RODRIGUEZ OLGUIN, quien renunció al PRI del que casi fue candidato, pero por un error al verse inmiscuido en escándalos quedó fuera de la candidatura.

La molestia fue evidente en Oscar Rodríguez y decidió emigrar a CONVERGENCIA y ser lacayo de los AGUILERA, hoy sin ninguna razón abandona la BRIGADA NARANJA, y reaparece vestido de rojo (Para que no quede duda de su probidad) junto a notables priístas (Eso de notables es broma) para conformar la estrategia de apoyo al precandidato presidencial JOSE ANTONIO MEADE KURIBREÑA.

En este contexto su campaña y alianza con CONVERGENCIA, llenó su discurso político con frases ¿SOMOS O NO SOMOS? pregunto ¿NARANJA O COLORADO? o simplemente un arribista “TENDREMOS QUE REGRESAR AL PASADO PARA COBRAR FACTURAS” o regresar al presente y recoger las MIGAJAS, “LA INSTITUCIONALIDAD SE PIERDE, CUANDO SE CONFUNDE DIGNIDAD CON DOCILIDAD” ¿realmente sabrá qué significa?

Estas frases llenaron el lenguaje de su discurso político que generó expectativas, creó ilusiones, multiplicó simpatías (y antipatías para quienes se atrevían a criticarlo), cambiar para él significaba atreverse, retar, decidirse y “ECHAR AL PRI”, acabar con un régimen viejo y caduco, pensar en una vida mejor para quienes fielmente le seguían y lo escuchaban como un PROFETA, este slogan de campaña, frases que las tenía como eje discursivo, arengas y el nivel propositivo no daba pie a malas interpretaciones por parte de quienes lo escuchaban y los seguían como fieles escuderos.

Sentarse en la mesa de sus compañeros de partido para más tarde renunciar, delatarlos, apuñalarlos por la espalda a ellos que confiaban y nunca sospecharon de un irresponsable simulador, son los gestos vergonzosos de un traidor, lleva escondida una convicción falseada del oportunismo.

La palabra “lealtad” la entiende como el sometimiento a ciertas condiciones que la despojan de su verdadero valor, pero él entiende la lealtad únicamente para enfatizar la “traición”, no pretendemos hacer un juicio moral, sino un razonamiento estratégico de complicidades para acceder al poder, con amores y desamores en el pecado de la “deslealtad”.

“Un traidor es un hombre que dejó su partido para inscribirse en otro. Un convertido, es un traidor que abandonó su partido para inscribirse en el rojo”.

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