Por Valentín Ruíz
QUERÉTARO, QRO., 9 de octubre de 2017.- Quince días antes de que muriera a manos de su esposo, Ana Karen Álvarez Rivera de 20 años de edad había acudido a la Fiscalía General del Estado para denunciar a su marido José Eduardo Calzada Ochoa de 39 años, quien le daba una vida de violencia intrafamiliar, pero en la fiscalía NO le hicieron caso debido a que no llevaba consigo el acta de nacimiento original de su menor hijo que ha quedado en la orfandad.
El feminicidio ocurrió el pasado 2 de octubre en el domicilio marcado con el número 242 de la calle Tzotzinlez en la colonia Cerrito Colorado, cuando con un cinturón, presumiblemente José Eduardo ahorcó a su esposa Ana Karen, para lo cual la Fiscalía tuvo que dar fe de los hechos y abrió la carpeta de investigación CI/QRO/31/298/2017.
Hoy, el presunto feminicida se encuentra prófugo de la justicia dejando a un niño de dos años sin madre y a ella, en un camposanto de esta ciudad, por lo que los abuelos maternos temen por la integridad del menor. Aunque existe una orden de aprehensión en contra de Calzada Ochoa, no se ha podido dar con el paradero del presunto homicida, que por las agravantes del asesinato, debe tipificarse como feminicidio, pero el código penal aún no lo establece en la entidad.
Estamos ante un feminicidio que la Fiscalía pudo haber evitado de haberle hecho caso a Ana Karen, y lo grave está que ante estos lamentables hechos, muchas mujeres en el estado de Querétaro quedan en indefensión por parte de las mismas autoridades que gobiernan.
