El inmueble se ubica en Hacienda del Vegil; la nombran “casa del terror”
Por Armando Guerra Vázquez
QUERÉTARO, QRO., 29 de julios de 2016.- La casa que en 1989 fue protagonista de una gran tragedia familiar, en la que una mujer de nombre Claudia Mijangos Arzac asesinó cruelmente a cuchilladas a sus tres menores hijos, ahora un anunció en la pared de esta vivienda anuncia su venta o renta a través de una inmobiliaria.
Años después de ocurrido el crimen, Claudia Mijangos cedió los derechos de propiedad de su casa a su hermana Jessica Mijangos para que la rentara y se apoyara económicamente, pues Jessi es una de sus hermanas mayores que siempre han estado al pendiente de su persona, desde que ingresó a prisión hace 27 años.
Conocida en Querétaro como “La casa de la Mijangos” o “Casa del terror”, el inmueble está ubicado en la calle Hacienda del Vegil No.408 en una colonia de una alta plusvalía: Jardines de la Hacienda.
Según cálculos de peritos valuadores de la inmobiliaria, la casa está siendo tasada en un valor comercial de dos y medio millones de pesos, pero el sangriento hecho la podría devaluar o en su defecto, aumentar su costo.
Desde muy joven Claudia Mijangos en Mazatlán recibió de su madre María del Carmen una cuantiosa herencia que le alcanzó para comprar esta casa en Querétaro y vivir aquí con sus 3 hijos y su esposo Alfredo Castaños, un empleado bancario, ocho años mayor que ella.
La casa de la Mijangos desde 1989 ha permanecido en el completo abandono, un tiempo fue utilizada para hacer ritos satánicos, grabaciones paranormales, incluso era utilizada por vagos para drogarse.
El gobierno municipal de Rolando García exigió a sus propietarios que la bardearan porque los vecinos se quejaban de que se metían a la casa a realizar todo tipo de grafitis, ante la negativa de quien tiene la posesión, el mismo gobierno edificó una barda en el frente, sin puerta, lo que terminó con el morbo de visitar “la casa del Terror”.
Ahora se ha puesto en esa barda un anuncio de “se renta o se vende” lo que muchos habrán de pretender adquirirla ya sea para destruirla y edificar otra casa o bien para utilizarla para otros fines. Lo cierto es que se ha puesto el anuncio de venta en La Casa de la Mijangos.
