Por Armando Guerra
Su devoción y veneración data desde hace más de 300 años, El Cristo del “Santo Entierro” forma parte ya de una milenaria tradición religiosa en este municipio, donde su integrantes han formado una cofradía que por generaciones y generaciones siguen dando vida a una añeja costumbre de venerar a este santo.
La fe y fervor al Santo Entierro surgió en los seis primeros barrios más antiguos de San Juan del Río, barrios en los que anteriormente se delineaba la ciudad, ellos eran los Barrios de San Juan (centro histórico) , de San Isidro, Barrio del Espíritu Santo, Barrio de Guadalupe Las Peñitas y Barrio de la Concepción.
La pequeña imagen de Cristo muerto, el Señor del Santo Entierro, fue elaborada de caña de maíz la cual se conserva en una urna de madera, la imagen trae grabada la fecha de ‘marzo de 1689’.
Surge una cofradía
A través de los años, los devotos del Santo Entierro formaron una cofradía o una organización católica, la cual surgió con el único objetivo de velar y cuidar del santo, recuerda Don Alberto Badillo uno de sus miembros y quién desde muy niño sus ancestros le inculcaron al amor hacia este sagrado manto.
La celebración del Santo Entierro recorre años tras año en el mes de marzo cada uno de los seis barrios, ese día se organiza una gran fiesta religiosa en donde los organizadores ofrecen comida a los devotos e incluso a toda la gente del barrio.
En la cofradía hay jefes; la máxima autoridad es un capitán, luego los alfiles, los campanitas, los querubines y a los de más bajo rango se les otorga el cargo de “soldados”, todos ellos son los organizadores de velar todas las noches al santo.
Es así como El Santo Entierro forma parte ya de una vieja costumbre religiosa, una vieja tradición de creyentes católicos que ya hablan de milagros hechos por este santo; como cuando a una persona a la cual los médicos la habían declarado ciega y a los pocos días logró abrir los ojos gracias a que su abuela lo encomendó al Santo Entierro.
En la parroquia de San Juan del Río cada mes se organizan conferencias en las que se promueve la veneración a este santo, un santo surgido dentro de las huestes católicas más tradicionales de este municipio.
